Denunciantes desenmascarados

La Voz de Lanzarote acogió con prudencia hace dos años la denuncia hecha pública por tres asociaciones de inmigrantes de la isla, que aseguraron que se estaban dispensando malos tratos y vejaciones a los niños acogidos en el ...

22 de marzo de 2010 (14:03 CET)

La Voz de Lanzarote acogió con prudencia hace dos años la denuncia hecha pública por tres asociaciones de inmigrantes de la isla, que aseguraron que se estaban dispensando malos tratos y vejaciones a los niños acogidos en el ...

La Voz de Lanzarote acogió con prudencia hace dos años la denuncia hecha pública por tres asociaciones de inmigrantes de la isla, que aseguraron que se estaban dispensando malos tratos y vejaciones a los niños acogidos en el Centro de Menores Extranjeros. La gravedad de las acusaciones hacía obligado esperar a que fuera la Justicia quien determinara la veracidad de lo denunciado, más allá incluso de que las formas utilizadas por los presidentes de estos colectivos, y hasta su cambio de discurso conforme pasaban los días, pudieran ser cuestionables ya en su momento.

Sin embargo, igual que en su día era necesaria la prudencia, ahora es inevitable la indignación. Y no ya porque un juez haya absuelto a las tres trabajadoras que terminaron imputadas, al declarar el juicio nulo por problemas de forma, sino por la vergonzosa marcha atrás de los denunciantes.

Lo que en su momento eran "tratos vejatorios" y "agresiones verbales e incluso físicas" hacia los menores inmigrantes que estaban en el CAME-1, ahora resulta que sólo era "un hecho puntual" (un supuesto comentario racista) presenciado por uno de los denunciantes, que además tiene la desfachatez de afirmar que "no quedaba en tela de juicio la profesionalidad de las trabajadoras".

Y por si fuera poco, al menos el único de los tres que ha vuelto a dar la cara, José Morales, ha seguido intentando enmarañar esta desagradable historia, diciendo que ellos mismos iban a retirar la denuncia. Como si realmente ellos hubieran acudido a los tribunales, cuando lo único que hicieron fue enviar un escrito a las instituciones implicadas y dar una rueda de prensa, en la que previamente se aseguraron de garantizarse la presencia de todos los medios, llamando para advertir de la "importancia" de lo que ahí iban a decir.

No acudieron a los juzgados, ni a Fiscalía, pese a que ahora intenten confundir afirmando que pensaban "retirar la denuncia". Y aunque lo hubieran hecho, tal afirmación también seguiría poniendo los pelos de punta, por la ligereza que reflejan en su actuación. Y es que, ¿qué ha cambiado para que ahora ya no crean que se estaban cometiendo vejaciones y malos tratos?

Según dicen ellos mismos, el motivo ha estado en un informe interno del Cabildo, que afirman haber recibido hace unos días, en el que no se encuentran indicios de los hechos denunciados. ¿Y ya está? ¿Realmente, tan poco sólidas eran sus pruebas o su convicción como para pegar semejante marcha atrás, después del daño que han causado en la reputación y la imagen de todos los trabajadores de ese centro?

Si siguieran pensando que hubo los malos tratos y vejaciones, sería impensable que ahora decidieran no depurar responsabilidades judiciales. Por tanto, lo sucedido demuestra que o en su momento mintieron, o se dejaron llevar por algún comentario con poco fundamentado. Y aunque se quiera darles un margen de confianza y creer en la segunda opción, lo que deberían haber hecho hace tiempo es admitirlo públicamente, convocando a todos los medios como hicieron entonces, y pedir disculpas hasta quedarse afónicos.

Si alguien considera que se está cometiendo un delito, y más aún cuando hablamos de niños, sin duda su obligación es acudir a denunciarlo, pero donde corresponde. Y en este caso, parece que lo único que se buscó fue el efecto multiplicador de los medios, pero sin siquiera molestarse en acudir a la Justicia. Algo que sí tuvo que hacer el Cabildo al recibir el escrito de estos colectivos, pese a que siempre acogió con gran escepticismo esta denuncia.

Evidentemente, el mismo escepticismo con el que habrá que recibir a partir de ahora cualquier información que venga de Guelage Ganó, presidente de la Asociación Cultural Colectivo Inmigrantes Independientes de Canarias, Sheikh Mousa Nying, presidente de la Asociación de Senegaleses en Lanzarote "Gente Unida", y José Morales Brum, presidente de la Asociación Sociocultural de Uruguayos en Lanzarote "Jacinto Vera", tras su vergonzosa actuación en este asunto.

Y es que a estas alturas, y después de tener en la mano la absolución de la Justicia, lo único que sorprende es que las trabajadoras no hayan presentado una inmediata querella por injurias y calumnias contra estas tres personas.

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