El canarismo de progreso ante el nuevo año

6 de enero de 2024 (20:47 CET)

El canarismo de progreso tiene este año numerosos retos para seguir dando respuesta a las necesidades de la sociedad canaria y a la mejora del bienestar de su gente. Y, para ello, resulta imprescindible articular el mayor grado de unidad entre las organizaciones políticas, colectivos y personas que integran el espacio progresista de obediencia canaria. Con el objetivo de que en las elecciones de 2027 supere ampliamente el 15% del voto al Parlamento y sea determinante en la conformación de gobierno en las Islas y en el freno a las ideas ultraliberales en nuestra tierra. Trabajando desde la modestia, el diálogo y la búsqueda de encuentros entre quienes comparten lo esencial respecto a las transformaciones que precisa Canarias, aunque haya asuntos en que se mantengan legítimas diferencias. Lo haremos desde la relevancia del autogobierno y con un programa de progreso al servicio de la mayoría social. Con alternativas para superar nuestros problemas y déficits.

En el último Sociobarómetro de Canarias (SBC) publicado, el de noviembre de 2023, se destacan los problemas que más preocupan a la ciudadanía. Se trata de un instrumento sociológico que pusimos en marcha inicialmente en mi etapa al frente de la Presidencia del Gobierno de Canarias (1999/2003) y que recuperamos la pasada legislatura desde la Vicepresidencia a través de un convenio con la Fundación de Enseñanza Superior a Distancia de Las Palmas de Gran Canaria, dejando en manos de esta última su elaboración. Considero que sería un acierto su continuidad, al margen de quien tenga las tareas de gobierno en Canarias. Para seguir conociendo mejor nuestra sociedad y el sentir de sus ciudadanos y ciudadanas ante los más diversos asuntos.

En el SBC de noviembre incluye entre los grandes problemas un bloque de asuntos vinculados a la situación económica (precios, empleo, impuestos…). Es cierto que Canarias continúa la buena situación de la economía y el empleo heredada de la legislatura anterior, tras superar los efectos devastadores de la pandemia de la Covid 19, recuperando a mediados del pasado año el PIB de 2019 y con récords de empleo y de afiliación a la Seguridad Social. Pero no es menos cierto que las primeras medidas del nuevo Gobierno CC-PP suponen un giro hacia un notorio conservadurismo. Un Ejecutivo que incumple en los Presupuestos con las leyes de Educación, Cultura o Servicios Sociales. Y cuya primera y urgente gran medida tras tomar posesión fue bajar los impuestos a los que más tienen, una minoría que no llega al 1% de la población y que se ha visto enormemente beneficiada por el Ejecutivo de CC y PP.

Contrasta esa diligencia extrema con los intereses de los más ricos con el olvido a la hora de adoptar medidas para paliar los efectos de la inflación en la cesta de la compra de la familia y en los bienes: ni una sola actuación en favor de trabajadores y clases medias, de autónomos y de pymes, salvo la prórroga de alguna medida del Gobierno de Progreso, como la bajada del IRPF a las rentas medias y bajas, que en su momento criticaron y calificaron de insuficiente. Seguiremos defendiendo una fiscalidad progresiva y justa, esencial para una sociedad equilibrada y solidaria, para la financiación de los servicios públicos y el desarrollo y mantenimiento de las infraestructuras.

 

Sanidad

Un tema prioritario es la Sanidad, en la que crecen las quejas ciudadanas en todas las comunidades. En el caso canario, en el último Sociobarómetro aparece como segundo gran problema, detrás del paro. Tras la encomiable respuesta a la pandemia, todos los sistemas sanitarios están tensionados y se precisa su replanteamiento. Para afrontar retos como el envejecimiento de la sociedad y la cronicidad, así como la respuesta a las crecientes demandas y a los constantes avances tecnológicos. Desde la defensa de un sistema público universal, equitativo y de calidad, adquieren cada vez más valor las acciones preventivas y los hábitos saludables. Así como implementar una gestión más profesionalizada. Se requiere una segunda gran transformación del sistema sanitario canario, como se hizo en los años 90, posibilitando un enorme salto adelante. Con la salud mental como uno de sus ejes imprescindibles.

Además, desde el canarismo de progreso defendemos redoblar los esfuerzos en las políticas de cuidados a nuestros mayores y personas dependientes. Garantizando los niveles más elevados de autonomía personal y de vida digna. La sociedad canaria debe comprometerse con actuaciones sanitarias, sociosanitarias, urbanísticas, de vivienda, de ocio y relacionales. Combatiendo la soledad no deseada, abrazando la solidaridad intergeneracional y construyendo una sociedad cada vez más inclusiva y acogedora. Desarrollando la Renta Canaria y asumiendo la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV).

Por otra parte, tenemos que hacer realidad el acceso a una vivienda digna en condiciones razonables. No solo implementando la oferta de las de protección oficial. Esto, aunque necesario, resulta insuficiente ante una realidad de personas y familias con rentas medias, con empleo, que no pueden acceder a una vivienda ni en alquiler ni en propiedad. Numerosos barrios están muy tensionados, con falta de viviendas o precios disparatados, lo que contribuye, además, a las enormes dificultades de los jóvenes para emanciparse. Hay que ofrecer soluciones utilizando los instrumentos que facilita la ley de vivienda.

La movilidad sostenible es otro reto para los próximos años. Tenemos la obligación de garantizar el derecho de movernos con libertad en transporte público o en bicicleta y patineta. Ello exige cambios urbanísticos y de mentalidad que posibilitarán entornos más amables y respirables. Seguiremos apostando por las guaguas y taxis, así como por la implantación del transporte guiado, alimentado por energías renovables, tanto en Gran Canaria como en Tenerife.

La igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida constituye otro objetivo impostergable para el canarismo de progreso. Los ejecutivos de derecha en todas las comunidades autónomas, también en Canarias, han recortado en 2024 las partidas presupuestarias destinadas a los departamentos de igualdad y a la lucha contra la violencia de género, siguiendo la agenda apuntada por la ultraderecha.

Una ultraderecha que hace un obsceno uso político de los hechos migratorios, impulsando la marginación y el odio. En Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) no compartimos el Pacto de Migraciones y Asilo europeo, y defendemos unas políticas migratorias que permitan llegadas regladas y sin riesgo para la vida y la libertad de los migrantes. Poniendo especial énfasis en las mayores garantías para los menores no acompañados y su distribución obligada por ley entre las comunidades autónomas.

No obviamos los problemas de crecimiento poblacional de las Islas que, con el actual ritmo, incrementará su población en medio millón de habitantes en los próximos veinte años. Con consecuencias en la vivienda, las infraestructuras, los servicios públicos y el consumo energético o de agua. Reflexionar sobre ello es hacerlo sobre cómo definir un modelo sostenible y autocentrado. Lo que exige una economía diversificada, digital y descarbonizada, en la que el turismo seguirá jugando un papel importante orientándolo hacia la máxima sostenibilidad, desde la renovación y la calidad, sin más ocupación de territorio. En la que debemos avanzar hacia mayores niveles de soberanía alimentaria. Y en una transición hacia las energías renovables que no debe dar ningún paso atrás y que debe potenciar un modelo democrático, descentralizado y que impulse el autoconsumo.

Considero, asimismo, que es imprescindible volver al planeamiento territorial frente al urbanismo de proyectos que impulsó la ley del suelo. Evitando el consumo intensivo e irracional de suelo, que provocan políticas desarrollistas con significativa responsabilidad en el crecimiento demográfico de las últimas décadas.

 

Elecciones

Por último, ante las elecciones europeas del próximo mes de junio, NC-bc pretende participar en estas junto a opciones de progreso de otras nacionalidades y regiones con las que mantenemos numerosas coincidencias. Unos comicios en los que uno de los retos es frenar el ascenso de la ultraderecha en la Unión Europea, por el riesgo que supone para la democracia y los derechos sociales.

Son, como se puede observar, numerosos y relevantes retos. En el plano económico. En la superación de las desigualdades. En la consolidación de los servicios públicos. En la mejora de los cuidados a las personas y, asimismo, de los que corresponden al territorio y el medio ambiente. En la movilidad sostenible. En la igualdad entre mujeres y hombres. En resolver el grave problema habitacional. En el desarrollo del autogobierno. En combatir las ideas y prácticas antidemocráticas de la ultraderecha. Y, asimismo, en la ampliación del espacio social, político y electoral del canarismo progresista.

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