"El concepto de ‘nación' describe a una agrupación de personas que se constituye a partir de sus costumbres y tradiciones". Así inicia la enciclopedia libre Wikipedia la descripción del término ‘nación', añadiendo: "Es una sociedad consciente de ello en lazos primordiales y sólo existe porque sus miembros se confiesan parte de ella".
A pesar de la inocencia que encierra esta descripción, hay en la España oficial un empeño por demonizar el término ‘nación'. Prueba de ello es la que se armó la pasada semana, a propósito de unas palabras que el presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, pronunciara mientras visitaba al lehendakari, Juan José Ibarretxe; donde afirmó que el País Vasco y Cataluña son "dos naciones y que cada una tiene su propio camino"; seguidamente, Maragall definió a España como "una nación de naciones".
Lo de "nación de naciones" no es nada nuevo. La frase aparecía hace unas semanas en un editorial del periódico ‘La Vanguardia', que la usaba junto con otras a manera de campo semántico, tal como sigue: "Si en el mundo hay un Estado de estados (Alemania), un pueblo de pueblos (Europa), una tierra de tierras (Castilla), un país de países (Francia), una cultura de culturas (Occidente), una comunidad de comunidades (Reino Unido), ¿no puede haber una nación de naciones?".
Si trasladáramos este debate a Canarias hemos de aceptar que no son precisamente las costumbres y tradiciones las que estructuran el sentimiento de pertenencia al territorio de la población canaria. Para reflexionar sobre estas cosas, un numeroso grupo de jóvenes nos reunimos en la localidad grancanaria de Guía para ir desglosando las razones del nacionalismo canario. Fueron dos jornadas intensas, en la que obtuvimos algunas conclusiones sobre el sentimiento de pertenencia a la tierra canaria que tienen los habitantes de las Islas. Sentimiento que tiene muy poco que ver con etnias, lenguas o historias reinventadas, y sí con la singularidad de saberse residentes de un territorio singular. La conciencia de su singularidad es la que ha facilitado a los canarios mirar la historia con perspectiva, llegando así a asociar la inexistencia de una identidad nacional con el olvido ancestral con que el Estado español ha tratado a las Islas.
Esa identidad nacional canaria con sus altos y sus bajos, es la que se ha ido construyendo en la última década, debido a la presencia de nacionalistas en los gobiernos autonómicos. Al punto que hoy nadie niega la existencia estable en la sociedad canaria de una significativa voluntad colectiva de afirmarse como comunidad diferenciada; y que como tal, no renuncia a que sea en Canarias donde se decida todo lo que afecte a las Islas: Gestión de puertos y aeropuertos, soberanía sobre las aguas oceánicas del interior del Archipiélago y también de las jurisdiccionales, capacidad de decisión sobre el ordenamiento del litoral y la seguridad ciudadana, control de residencia de quienes lleguen a las Islas, y así un largo etcétera.
Nadie en su sano juicio puede negar que en los últimos años los canarios hemos avanzado en el autogobierno de las Islas, desde esa creencia los jóvenes reunidos en el Noroeste de Gran Canaria llegamos a la conclusión de que ese periodo resulta excesivamente corto. Una simple anécdota en 500 años de administración centralistas, que unas veces ha tenido ramalazos de ocupación militar, y la más de las veces, ha sido con rasgos de administración colonial. Convencidos de ello, decidimos continuar persistiendo en la voluntad nacional de autogobierno, expresándolo con el eslogan: "Canarias es Nación", que presidirá el Congreso de Jóvenes Nacionalistas Coalición Canaria que en la segunda quincena de Abril celebraremos en Gran Canaria.
Pablo Rodríguez Valido
Vicepresidente Insular de Jóvenes Nacionalistas de CC