Si Alejandro Sanz hubiera visitado La Graciosa, una de sus canciones más conocidas "looking for paradise" habría tenido otro título. No fue así y estuvo buscándolo una buena temporada.
La octava isla es el paraíso, sí, y precisamente por eso tenemos que cuidarla y mimarla más, para que siga conservando el mayor de sus tesoros: ser diferente. Sin embargo, en los últimos años observo cierta relajación y eso que conservarla constituye un desafío más ambicioso que correr 8, 20 o 31 kilómetros; es un desafío total que afecta a las generaciones presentes y futuras, a un espacio natural extraordinario y a todas las administraciones.
Nos irá mejor si aprobamos y se cumple un nuevo PRUG, llamado a regular las actividades que se desarrollan en ella. Una cuestión que debe venir de la mano de un gran acuerdo entre partidos, vecinos y administraciones afectadas, con un Cabildo que debe liderar y un alcalde que no puede ponerse de perfil. También parte el corazón que las obras se eternicen como el inacabado Centro Sociocultural de Caleta de Sebo, que espera después de años, pese a que en su cartel aparezca "plazo de ejecución 9 meses"; o el necesario saneamiento que se empezó por emergencia, pero espera su conclusión todavía. Debe ser que, como parte de Teguise, en La Graciosa también las licitaciones y ejecuciones son misión casi imposible.
Como es importante asumir que tenemos un problema con los coches y actuar, apostando por más sostenibilidad, lo que pasa por reducir el parque móvil y hacerlo más eficiente. Lo que no puede ser es mirar para otro lado o poner señales de tráfico que ni evitan, ni ocultan la problemática, sino que vulgarizan el lugar.
Y hablando de movilidad, si todos los caminos conducen al paraíso, estos deben estar cuidados, al igual que los baños del Salao o la señalética de la isla, que debe ser exclusiva. Si se conocen en el mundo entero las farolas de San Sebastián, ¿por qué no la cartelería, mobiliario urbano o señalética de La Graciosa? Lo contrario es retroceder en la diferenciación de un lugar al que todos quieren ir por ser distinto. En esto, ni relajaciones, ni fotos como la del viejo campo de fútbol con los escombros y residuos esperando desde hace demasiado una respuesta.
Toca ser ambiciosos, e incluso afrontar otros asuntos como la posibilidad de implantar una ecotasa finalista que permita disponer de recursos para la conservación del espacio natural y mejorar la vida de los gracioseros. Si se ha decidido en otros lugares ¿por qué renunciar a ello para mantener el paraíso?
Sé que surgirán discrepancias en algunos temas y que para tomar las decisiones correctas habrá que escuchar a todos, como haremos por ejemplo en el primer Pleno que el Ayuntamiento celebre en la octava isla y que espero tener el honor de convocar. Pero también un futuro cargado de oportunidades donde "todo el mundo va buscando ese lugar?looking for paradise La Graciosa". Haz que pase.
Por Marcos Bergaz, candidato por el PSOE a la Alcaldía de Teguise