La Unión Europea está trabajando para poner en marcha un registro europeo para los alojamientos turísticos de corta estancia con el que monitorizar el negocio de plataformas de alquiler vacacional como Airbnb o Booking.
El registro único para toda la Unión forma parte de una serie de normas incluidas en un proyecto de reglamento europeo, que ha obtenido el apoyo de los 27 Estados miembros y que está siendo debatido actualmente en el Parlamento Europeo.
Una vez la nueva legislación sea aprobada, los propietarios de estos alojamientos tendrán que especificar su identidad, cuántas viviendas tienen y en qué lugar y recibirán un número de identificación, lo que contribuirá a eliminar las publicaciones de anuncios ilegales.
Las plataformas estarán obligadas a verificar de forma aleatoria si los anfitriones se han registrado y si se muestran los números correctos. Las autoridades públicas tendrán la posibilidad de suspender números de registro y pedir a las plataformas que eliminen a los anfitriones que no cumplan las normas.
Los datos obtenidos permitirán mejores políticas públicas
Las plataformas también tendrán que compartir datos sobre el número de noches alquiladas y de huéspedes. Los Estados miembros supervisarán la aplicación de este marco de transparencia y establecerán las sanciones pertinentes.
Lo que persigue el reglamento en última instancia es poder mejorar la capacidad para llevar a cabo políticas públicas ante el fenómeno de los alquileres turísticos.
El registro dará información real, por ejemplo, sobre el aumento de la población en momentos concretos que pueda servir para proporcionar mejores servicios como por ejemplo mayor capacidad para la recogida de basuras. También puede tenerse en cuenta a la hora de desarrollar políticas de vivienda.