Si bien tan solo hace dos años el televisor más utilizado por los españoles era el de 40 pulgadas, los usuarios se inclinan por televisores cada vez más grandes y de mayor resolución.
Un reciente estudio indica que el tamaño de los televisores está siguiendo una evolución al alza. Como muestra, los televisores de 65" han logrado triplicar las ventas. Los televisores más grandes, de 75", representan ya casi un 5 % de la demanda total.
Respecto a marcas, LG es el fabricante que más vende en España con un 33,4 % de los televisores vendidos, más de un tercio del total. Samsung le sigue con un 30,1 % de cuota y Sony es el tercero en discordia con un 13,8 % .
También evolucionan las necesidades del consumidor en lo referente a la resolución de pantalla, desde el clásico HD Ready o Full HD hacia los 4K. Hoy en día, casi un 80 % de los televisores vendidos tienen una resolución 4K, que ha visto como su precio se hacía más asequible. La evolución tecnológica es constante y la tecnología 8K, aunque no está lista para ser comercializada, apunta a ser la sucesora de la ya asombrosa 4K.
Según cuenta El País, los modelos con resolución 8K han sido la estrella de la feria IFA en Berlín, la feria de tecnología más importante y tradicional de Europa. Esta tecnología "ofrece numerosos beneficios para el espectador, como la posibilidad de disfrutar de negros realmente negros y uniformes. Es así debido a la forma de crear la imagen, que se basa en el uso de píxeles orgánicos capaces de emitir luz y apagarse por sí mismos, frente a la necesidad de una retroiluminación de los televisores LCD. Esto, además, supone que cuando un objeto muy brillante aparece en la imagen junto a uno muy oscuro, el primero no derrame ningún halo de luz sobre el segundo que aclare su tono"
Sobre esta tecnología, el periódico ABC destaca que "el procesado de imagen es uno de los elementos más importantes de las nuevas televisiones. Los fabricantes al encontrarse con que la industria de contenidos avanza mucho más lenta que la tecnología de las pantallas, han optado por gestionar la imagen que llega a los televisores para dotarlos de una imagen de más calidad. Ahí, Philips ha apostado su nuevo chip P5 capaz de procesar la imagen en cinco niveles; fuente, definición, color, contraste y movimiento. Logrando así que el vídeo de baja calidad o baja resolución luzca mucho mejor en televisores OLED 4K. Al fin y al cabo, el usuario no culpa a la mala experiencia a la fuente del contenido, sino al televisor.
La tecnología OLED ha dado el salto desde LG a numerosos fabricantes, mientras la QLED de Samsung queda relegada sólo a su propia marca. Lo que más interés ha cosechado en el último año es la tecnología de imagen llamada Alto Rango Dinámico, que mejora la escala cromática. La versión HDR10+ se ha convertido en el nuevo estándar de la gestión del color, logrando tonos más vivos y definiendo mejor los claroscuros de la imagen".
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