ACN
Después del ‘boom' de camas turísticas provocado por el efecto llamada de la revisión del Plan Insular del Territorio de 2000, la conocida como Moratoria turística, el crecimiento del sector de la construcción se ha ralentizado en los últimos años, e incluso "se ha estancado en 2005, advirtiéndose una importante disminución en la creación de empleo". Ante tales circunstancias, la Asociación de Constructores Empresarios (ACE) de Lanzarote exige a las autoridades que tomen cartas en el asunto.
Ya que la Isla ha optado por congelar el crecimiento turístico, el presidente de los promotores, Rafael Martinón, propone como "medida urgente" para revitalizar la actividad agilizar el proceso de renovación de la planta alojativa obsoleta con la dotación de ayudas y subvenciones necesarias para estimular la inversión de constructores y propietarios de complejos.
Falta de suelo
En cuanto a la construcción de camas residenciales, Martinón insta a los ayuntamientos, en particular al de Arrecife, a "desbloquear cuanto antes la tramitación de los planes generales". Con los documentos en mano y conociendo las características que tendrá cada parcela, los promotores "se atreverían con mayor seguridad a invertir".
Además, confió en que los consistorios y el Gobierno de Canarias "dispongan el suelo necesario" los planes especiales de Viviendas de Protección Oficial (VPO), "que tanta falta hacen a la población de Lanzarote y que supondrían un interesante campo para los constructores".
En este sentido, Martinón lamentó que el Ejecutivo regional sólo destine un 6% de las subvenciones para VPO a Lanzarote, mientras las islas capitalinas se llevan cada una un 40%. Por eso exigió que este desequilibrio se compense en parte con la puesta en marcha del Plan de Dinamización Social previsto para las islas orientales.
Además de la falta de la ordenación territorial y planeamiento urbanístico, los empresarios se quejan de la paralización de algunas obras públicas motivadas por las crisis económicas y políticas de las instituciones, lo que "acrecienta la sensación de incertidumbre sobre el futuro del sector" entre los promotores.
Al margen de estos problemas, el presidente de ACE Lanzarote tiene la certeza de que la construcción "seguirá siendo uno de los motores de la economía lanzaroteño, porque es una actividad dinámica, que sabe adaptarse a los cambios y que genera mucha riqueza, manteniendo numerosas industrias paralelas".