Imagen: Sergio Betancort
Emotiva jornada la que se vivió en la mañana del domingo en el pabellón de la Ciudad Deportiva Lanzarote. Con motivo de la trigésimo octava edición del Torneo 24 Horas de Balonmano, los jugadores históricos de este deporte se reencontraron para disputar un partido. Una iniciativa llevada a cabo por el Club Balonmano San José Obrero y con la que se quiso reconocer públicamente a todos los jugadores, oficiales, directivos y entrenadores que han pertenecido al Torrelavega y al San José Obrero y premiando su dedicación para que el balonmano se convirtiera en el deporte rey en Lanzarote en la década de los 70 y 80.
Desde primera hora de la mañana comenzaban a llegar a la Ciudad Deportiva Lanzarote los jugadores que han hecho grande el balonmano de Lanzarote. Los abrazos y las anécdotas comenzaban a circular entre los jugadores. Los directivos del San José Obrero comenzaron a repartir las camisetas para el posterior encuentro, siendo las de color blanco para los jugadores del Torrelavega y las de verde para los del San José Obrero. Hubo quien no supo que camiseta coger, decidiendo jugar la primera parte con un equipo y la segunda con el otro. Jugadores que habían militado durante su época de entrenador en los dos equipos.
El presidente del San José Obrero, Juan Carlos Toledo, les dio la bienvenida a los fundadores del Club Deportivo Balonmano Mahay, referencia del balonmano conejero y canario. Manuel Fuentes Moreno, fundador del junto, junto a Eloy Perdomo Olivero (vicepresidente) y Rafael Tejera Parrilla (secretario), se les agradeció la iniciativa que tuvieron en el año 1974 creando el CD Balonmano Mahay.
A las 12:30 horas arrancaba el partido entre el Torrelavega y el San José Obrero. Lorenzo Lemaur dirigió al San José Obrero y Joaquín Ruiz al Torrelavega. Y la pareja arbitral la formaron Andrónico Pérez y Ye. Casi 50 jugadores asistieron a este reencuentro de jugadores históricos del balonmano lanzaroteño, jugando un partido de 40 minutos.
Orlando, Moro, Juan Démiz, Pedro San Ginés, Oscar, Bati, Pancho, Páez, Pirula, Toñín, Bonilla, Luismi, Falo, Miguel Jiménez o Chechu, fueron algunos de los jugadores que formaron parte del San José Obrero. Y en el Torrelavega jugaron jugadores de la talla de Irán, Dele, Alpidio Armas, Barreno, Jiménez, Palangana, Casanova, Coco, Claudio, Domingo Morera o Sergio Morera, entre otros. En el banquillo el Torrelavega se encontraba Chicho Pérez, responsable de la sección de balonmano en los años de mayor esplendor del Torrelavega. Tomás Duarte también estuvo en el banquillo del Torrelavega durante este encuentro.
Varios fueron los momentos emotivos que se vivieron durante la disputa del choque de jugadores históricos. Uno de ellos cuando sobre la cancha de juego se encontraban los cinco hermanos Robayna (Vicente, David, Miguel, Tony y Juan José). Y el segundo momento fue con la presencia sobre la cancha de los siete jugadores que lograron el primer ascenso del Torrelavega a la División de Plata del balonmano nacional. Una gesta conseguida hace 29 años.
Una mañana de reencuentros, recuerdos y sobretodo de agradecimiento por parte de la afición y de los jugadores en activo a la historia del balonmano en Lanzarote. El San José Obrero ha querido agradecer a todos los que se acercaron a vivir este encuentro de los jugadores históricos del balonmano y ya trabaja para que en la próxima edición sean las jugadoras las que sean homenajeadas. Las féminas también lograron colocar al balonmano como el deporte rey en Lanzarote.
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