Los hechos se remontan a la temporada de lucha 2001 cuando Andrés Barreto era el presidente de la Federación de Lucha Canaria en Lanzarote. El Unión Sur Yaiza se disponía a participar en la Liga Regional de Primera Categoría de Lucha Canaria, como había hecho las últimas temporadas, llegando a ser subcampeón de dicha competición.
Pero ese año al Unión Sur Yaiza, único equipo lanzaroteño del campeonato, la Federación que Barreto dirigía entonces no le permitió inscribirse en la competición, evitando toda posibilidad de que un equipo conejero accediera a la máxima categoría, como había ocurrido en años anteriores.
El que fuera secretario y vicepresidente del club Francisco García (Curro) recuerda: "Andrés Barreto nos dijo claramente, o luchas en Lanzarote o este año no luchas". Así intentaba evitar que el equipo de su isla, al que tenía que defender, luchara en lo más alto de la competición de lucha canaria. Lo cierto es que el equipo del sur empezó y finalmente ganó una batalla legal contra lo que ellos entendían una discriminación y una injusticia.
Tras distintos intentos del equipo para participar en la liga de Primera Regional, la Federación de Lucha arrancó la liga sin el equipo lanzaroteño: "Estos señores deberían de dimitir, porque lo que hicieron con el Unión Sur Yaiza es una injusticia, y así lo expresamos en su momento en los medios de comunicación" se indigna Francisco García. Y es que precisamente era Andrés Barreto, junto con Eduardo Hernández, presidente de la Federación Regional, los que sostenían, con vehemencia, la exclusión de los conejeros de la más prestigiosa liga de lucha. Parece ser que estaban en contra de que celebrara esta liga de primera. No lo lograron.
Lo que sí logró Andrés Barreto fue una sentencia clarificadora en su contra: "La discriminación constitucionalmente relevante de la que fue objeto el club (refiriéndose al Unión sur Yaiza) al no aparecer un solo dato o motivo razonable o justificado del trato desigual en relación con otros clubes (...) la vulneración de la igualdad injustificada en la aplicación de la normativa supone ya un motivo de nulidad radical de los acuerdos de los distintos órganos", dice la sentencia.
Surgen ahora algunas preguntas sin respuestas que el propio vicepresidente se hace: "¿Porqué el director general de deportes permitió esa injusticia con el Unión Sur Yaiza? ¿Qué labor realizó el Comité Canario de Disciplina Deportiva? ¿Por qué apoyaron a Barreto siendo tan disparatados los planteamientos y la injusticia que cometían, como se ha demostrado en los tribunales?", se pregunta Francisco.
El resultado del empecinamiento de la Federación de Lucha hizo que la competición empezara sin los lanzaroteños y que, en medio del campeonato, por primera vez en la historia del deporte español, un tribunal paralizara una competición para que el Yaiza no fuera discriminado. Dos sentencias le dan la razón a un club que ganó la batalla legal pero que fue hundido deportivamente hablando por la gestión directa de Barreto: "La crisis legal se extendió al club; pasamos de ser subcampeones a los últimos, tuvimos que hacer catorce luchas en un mes, hubo una persecución directa de nuestro club".
La herencia de Barreto
La sentencia abre la puerta para que el Unión Sur Yaiza inicie acciones legales contra la Federación de Lucha lanzaroteña, que si tuviese que afrontar indemnizaciones, sería la dirección general de deportes la que tenga que hacer cargo del posible pago. "Espero que el club siga luchando para que la federación pague el daño que se le ha hecho al Yaiza", finaliza el que fuera vicepresidente del subcampeón de lucha de Canarias, Francisco García Aguilar, más conocido como curro.
