Las aerolíneas reducirán "al menos" a la mitad su oferta de plazas y solo podrán vender un tercio de las butacas de cada avión "para garantizar el distanciamiento adecuado entre los viajeros". Así consta en el real decreto aprobado este sábado por el Gobierno de España para dar forma al estado de alarma anunciado el viernes por el jefe del Ejecutivo estatal, Pedro Sánchez, para atajar el avance del coronavirus.
A diferencia de la mayoría de los preceptos contenidos en el articulado, el presidente de España matizó que las referentes al transporte aéreo tardarán "algunos días en hacerse efectivas". Las compañías aéreas los necesitan para adaptar sus operativas a esta nueva realidad.
Sánchez explicó la afección a la movilidad de los españoles de territorios extrapeninsulares recurriendo al imaginario desplazamiento de un grancanario a Tenerife. "Podrá hacerlo en los supuestos en que están contemplados el resto de movimientos, por ejemplo para cuidar a un familiar". Sin embargo, "no podrá ir a ver a un amigo ni de fiesta, entre otras cosas porque, desgraciadamente, tampoco habrá esa fiesta".
El cálculo de solo dos pasajeros por fila está realizado sobre un aparato estándar con seis asientos en cada una de ellas, lo que permitirá un viajero a cada lado del pasillo. Evidentemente, en otras aeronaves de menor capacidad, la presencia de usuarios será más dispersa aún.
Además, Sánchez se refirió a las personas que están desplazadas en ciudades distintas de aquellas en las que tienen sus domicilios habituales. El presidente explicó que podrán regresar y a partir de ese momento quedar sujetos, como el resto de ciudadanos, a las restricciones de movilidad generales.
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