Un equipo internacional de investigadores ha estudiado 324 islas de zonas tropicales y templadas del planeta, entre ellas Canarias, para determinar cómo las fluctuaciones del mar han moldeado la evolución de la vida marina, y cómo algunas de ellas se conectan o separan en función del nivel del mar.
Este estudio, titulado Ampliación del modelo dinámico sensible al nivel del mar de la biogeografía de islas marinas para incluir islas de fusión-fisión, ha sido liderado por el investigador Sérgio Ávila, de la Universidad de Azores, y entre sus participantes figura Esther Martín-González, conservadora del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife.
Se trata de un trabajo que revela cómo las fluctuaciones del nivel del mar durante los ciclos glacial-interglacial han moldeado la evolución de la vida marina en las islas y aporta una novedosa perspectiva sobre cómo se originan, dispersan y extinguen las especies marinas de aguas someras.
El equipo ha desarrollado una ampliación del modelo de biogeografía insular marina, integrando por primera vez la dinámica de fusión y fisión de islas, es decir, cómo algunas islas se conectan o separan en función del nivel del mar, según información facilitada por el Museo de Ciencias Naturales de Tenerife.
Esta nueva mirada permite comprender cómo estos cambios físicos del entorno influyen directamente en procesos biológicos clave como la especiación o la extinción.
Así, los investigadores proponen una original clasificación de islas según su comportamiento frente a las variaciones del nivel del mar, de manera que habría "islas Solum", que nunca se conectan con otras islas vecinas, ni siquiera durante los descensos extremos del mar.
Otra categoría es la de "Islas Soror", que se fusionan y se separan cíclicamente en función de los cambios del nivel del mar, e "Islas Moliones", que están permanentemente conectadas por aguas poco profundas, ocurra lo que ocurra con el nivel del mar.
El estudio analiza un total de 324 islas situadas en zonas tropicales y templadas del planeta, y entre ellas se incluyen las islas Canarias, lo que otorga una especial relevancia local a esta investigación.
En total, el conjunto se dividió en 50 islas Solum, 77 islas agrupadas en 20 conjuntos Soror, y 197 islas pertenecientes a 34 grupos Moliones.
Uno de los puntos fuertes del estudio es el análisis del área litoral insular, la zona costera sumergida donde se concentra buena parte de la biodiversidad marina.
Los autores identifican cinco tipos generales de curvas de cambio de esta área a lo largo del tiempo, dependiendo de factores como la edad geológica de las islas, su estructura tectónica, la presencia de terrazas submarinas y arrecifes coralinos.
El trabajo permite anticipar con más precisión cómo se fragmentan, desaparecen o se vuelven a fusionar las poblaciones marinas a lo largo del tiempo, lo que tiene implicaciones directas en la conservación de la biodiversidad marina en contextos insulares.
Este estudio pone de relieve que las islas no son simplemente puntos aislados en el océano, sino sistemas dinámicos cuya historia geológica y comportamiento frente al mar condicionan profundamente la vida que en ellas habita.
"Discutimos las variaciones en el área litoral debido a los cambios del nivel del mar del Pleistoceno y su efecto en las tasas evolutivas de división, extinción y fusión de poblaciones, así como en las tasas de especiación de organismos marinos de aguas someras", señalan los investigadores en el artículo.
Apuntan también que en el estudio se proporcionan varias predicciones sobre las frecuencias de eventos de división, extinción y fusión de poblaciones marinas, así como sobre las tasas de especiación de organismos marinos de aguas poco profundas, según los respectivos tipos de islas.









