La responsable del Club Deseos de Arrecife, juzgada este martes por tráfico de drogas, ha alegado que los 3,98 gramos de cocaína que la Policía Nacional encontró en el local, en una operación llevada a cabo en abril de 2016, eran para consumo propio. De esta forma, Luz Marina C.G. ha negado que la sustancia estuviera destinada a la venta y su abogado ha pedido su absolución, al considerar además que no hay pruebas de que la acusada vendiera droga en el club.
No obstante, aunque los cinco policías que han declarado en el juicio han señalado que no vieron transacción alguna, se ha puesto de manifiesto durante la vista oral que la acusada reconoció en declaración en sede policial, tras ser arrestada, que vendía la cocaína en el local. "Ella se derrumbó y nos dijo que la droga se la daba un hombre de raza negra y que se sacaba 10 euros de cada gramo que vendía", ha afirmado un agente.
Sin embargo, la defensa de la acusada ha impugnado aquella declaración, alegando que "no estaba presente un abogado" cuando se realizó. "No se puede interrogar sin asistencia de un letrado", ha apuntado su abogado, señalando la existencia de "irregularidades" y de posibles "presiones" para que su defendida reconociera que la droga estaba destinada a la venta.
Fiscalía mantiene la petición de pena de ocho años de cárcel
Los policías que han declarado en la vista oral han negado que así fuera y han asegurado que "se le leyeron sus derechos", entre los que se incluye el de que esté presente un abogado. Así, Fiscalía considera que "hay que dar valor" a esta declaración, además de a otros indicios que a su juicio acreditan que la acusada traficaba con drogas, como es el hecho de que la cocaína fuera encontrada en monodosis, en ocho papelinas, o el que también se le incautaran 115 euros, dinero que considera que procedía de la venta de droga.
En concreto, según el testimonio de los agentes que llevaron a cabo la operación, la cocaína se encontró dentro del bolso de la acusada, debajo de la barra del local, donde ella también trabajaba como camarera. "Había un cuarto donde las chicas tenían sus bolsos, pero éste estaba debajo de la barra", ha señalado un policía, apuntando que desde allí podría distribuir la droga "sin ser vista", dado que "la barra era alta". Los policías también han apuntado que la operación se llevó a cabo después de que varios vecinos y un cliente alertaran de que en el local se vendían sustancias estupefacientes.
La fiscal ha decidido por ello, aunque la cantidad no sea determinante pues hasta los 7,5 gramos se considera consumo propio, mantener la acusación por un delito de salud pública contra Luz Marina C.G. solicitando una pena de ocho años de cárcel y una multa de 266,80 euros.
