El caso que investigaba la muerte de dos mujeres, madre e hija, tras precipitarse con un buggy por Las Roferas se ha sobreseído. La Justicia de Lanzarote consideró el pasado 22 de mayo que no había materia penal alguna en torno a su muerte.
Cheryl y su madre Vivian, ambas británicas, arribaron a Lanzarote el pasado 14 de mayo con motivo de un viaje familiar. Al día siguiente tenían programada una excursión en buggy por la isla que habían contratado antes del viaje a través de un tour operador.
Ese día, Cheryl conducía el buggy, cuando cayeron por una altura de seis metros en un antiguo punto de extracción de picón o rofe en Teseguite durante una excursión guiada.
En el momento del accidente, Vivian (61 años) fue la primera en perder la vida. Cheryl, su hija, fue trasladada al Hospital Doctor José Molina Orosa de Lanzarote, donde falleció a los cuatro días.
Según anunció el consejero de Medioambiente, Bienestar Animal y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Lanzarote, Nicolás Saavedra, la empresa propietaria del buggy "tiene una autorización del Ayuntamiento de Teguise para circular por la zona".