El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha confirmado la condena a dos jóvenes por abusar sexualmente de dos amigas en Arrecife. La sentencia considera probado que una de ellas fue violada y la otra sufrió abusos, y ratifica las penas que había impuesto la Audiencia Provincial, rechazando los recursos que interpusieron los acusados contra ese primer fallo.
Así, uno de ellos deberá cumplir siete años y tres meses de prisión y el otro dos años y seis meses, en función de los delitos que se imputaban a cada uno. Según la sentencia, ambos aprovecharon la relación de confianza que les unía para llevar a las jóvenes a su casa, darles de beber alcohol hasta que tenían mermadas sus capacidades y después forzarlas.
Durante el juicio, los acusados sostuvieron que las relaciones fueron "consentidas", pero ni la Audiencia ni ahora el TSJC han dado por buena su versión, basándose en el resto de pruebas obrantes en la causa.
Los hechos ocurrieron en diciembre de 2017, cuando L.A.V. y A.H.G. invitaron a casa a las dos jóvenes, con quienes "mantenían una relación de amistad y confianza". Según considera acreditado la sentencia, una vez allí estuvieron bailando y bebiendo, hasta que las dos jóvenes "comenzaron a sentirse mareadas y desorientadas, hasta el punto de tener muy limitadas sus capacidades de reaccionar, pues apenas se podían mover, quedando anulada su capacidad para defenderse y para determinar libremente su comportamiento sexual".
Según el fallo que ahora ha sido ratificado por el TSJC, uno de los condenados "aprovechó esta circunstancia" para intentar besar "varias veces" a una de las jóvenes, "rechazándole ella en todas las ocasiones". Después, ella se retiró al baño a vomitar y él la siguió y "la llevó a uno de los dormitorios, donde ella se acostó en una de las camas para descansar".
En ese momento, según la sentencia, el acusado "se acostó en la misma cama y comenzó a manosearla y a besarla en diversas partes de su cuerpo, logrando meter su mano por debajo del body que ella vestía y así tocarle los pechos y la zona genital", pese a que ella "le intentaba apartar la mano y le pedía que parara".
Mientras tanto, el otro acusado llevó a otra habitación a la otra joven, "aprovechándose de la misma situación de intoxicación en la que ésta se encontraba y que la imposibilitaba para ofrecer cualquier clase de resistencia o manifestar su conformidad con una relación íntima", y tras quitarle la ropa "la penetró vaginalmente".
Además de las penas de prisión, los condenados deberán abonar una indemnización de 3.000 euros a una de las víctimas y de 15.000 euros a la otra, y deberán cumplir una orden de alejamiento durante el tiempo de la condena más otros tres años adicionales.