Ocurrió el pasado 21 de enero, en las inmediaciones de la sede de la Protectora de Animales y Plantas de Lanzarote, SARA. Un joven que colabora con esta asociación y acude todos los sábados a pasear perros fue el primero en dar la voz de alarma. Había encontrado a un perro cerca de este albergue, bajo una palmera, tapado con una manta. Parecía que no se movía.
Los responsables de SARA acudieron hasta el lugar a rescatar al perro, que tenía "un nido de gusanos en su cuerpo que lo devoraba cual piraña", un soplo en su "viejo corazón", una "mata de pelo mugrienta y enmarañada", graves problemas de esfínteres y casi "no se mantenía en pie". Todos los esfuerzos fueron en vano y acabó falleciendo en la sede de la protectora. "Sólo nos quedó ofrecerle una muerte digna, ya que en vida esta dignidad se le negó", lamentan desde SARA.
Esta historia, por desgracia, no es aislada. "Se ha repetido mil veces. Es un caso de maltrato animal sin límites, que supera la dejación o la negligencia", denuncian desde la protectora. El perro fallecido no tenía nombre ni chip. Fue trasladado al albergue de SARA "casi sin fuerzas para seguir viviendo, pero aún respiraba". "Tal vez esperaba una muerte digna entre personas que lo respetaran como merecía", apunta la portavoz de SARA, María José Rivero.
"Nos resulta muy difícil imaginar el sufrimiento por el que este animal debió pasar, cuánto tiempo estuvo soportando eso y cuánto más debajo de aquella palmera esperándonos. Pero más difícil nos resulta aún encajar la idea de que esto lo generara una 'persona', que seguramente será respetada en su vecindario, pero en su casa guardaba el museo de los horrores", señalan desde SARA, desde donde también suponen que ningún vecino sabía del maltrato a este animal, ya que si así fuera "no se hizo nada por evitarlo".
"La cobardía de los que miran a otro lado es la fuerza de los que hacen estos actos vergonzosos. Cerrar los ojos nos hace cómplices de las torturas cometidas contra cualquier forma de vida", manifiestan desde la protectora. SARA asegura que la muerte de este perro no será en vano, ya que a la protectora le ha dado "más fuerzas para seguir luchando por y para ellos".
Convenio con instituciones
En este mismo comunicado, SARA ha recordado que recientemente ha firmado un convenio junto al Cabildo y los siete ayuntamientos, a través del cual la protectora se compromete a promover campañas de concienciación ciudadana sobre el cumplimiento de la normativa general sobre la tenencia de animales de compañía. Además, generará nuevas formas de actuación que "mitiguen estos casos de maltrato y abandono", a través del cumplimiento de sanciones estipuladas en la ley.
Asimismo, SARA asesorará a las corporaciones sobre cuáles son sus competencias en esta materia y recordará a la población las ordenanzas municipales de cada ayuntamiento. El objetivo es que los ciudadanos sepan qué es denunciable, qué deben hacer y a dónde deben acudir ante situaciones tales como las de este perro sin nombre, que acabó muriendo.
SARA iniciará una ronda de contactos con los responsables de las áreas municipales encargadas de la protección animal. Así, tratará de llevar a cabo una línea de actuación que "de una vez por todas haga posible que se ponga fin a este tipo de actos hacia los animales en la isla y se tomen las medidas necesarias para castigar con toda la dureza de la ley a quienes ataquen a estos seres indefensos".
