El joven piloto Roberto Hernández estaba a punto de dejar su trabajo en Lanzagrava cuando falleció este jueves en un accidente laboral. Según ha explicado a La Voz una persona cercana a la familia, Roberto, que tenía formación en mecánica, había conseguido trabajo en la ITV. De hecho, contaba con comenzar a trabajar allí el pasado martes, 16 de agosto. Sin embargo, cuando se acercó a firmar su contrato todavía no había llegado y siguió en la constructora. Allí falleció este jueves, cuando una máquina elevadora lo aplastó al caerle encima, en la cantera de extracción de áridos de Güime. Será enterrado este sábado en Tías, tras celebrarse una misa funeral a las 13 horas en la iglesia de San Antonio.
Según le ha relatado a esta persona la familia del joven, el accidente se produjo con una máquina de las que se utilizan en empresas y naves industriales para levantar materiales como "palés" de madera. Roberto, que había cumplido 30 años el pasado enero, "estaba cargando algo y en un momento se giró para un lado y lo pilló debajo al pobre chico. Murió en el acto". Cuando ocurrió, se encontraba "solo" en esa parte de la empresa, pero "al momento apareció otro compañero de trabajo" para socorrerle. Sin embargo, ya no podía "hacer nada" por él. A su llegada, los sanitarios únicamente pudieron certificar su fallecimiento.
La Voz de Lanzarote ha tratado de obtener la versión de la empresa sobre lo ocurrido, pero desde Lanzagrava no han querido hacer declaraciones. Por su parte, esta persona cercana al joven fallecido afirma que desconoce las causas del accidente. "Vete a saber, pero al final es una vida que se va…", ha lamentado. Su muerte está siendo investigada por la Guardia Civil y por Inspección de Trabajo, para determinar en qué circunstancias se produjo y depurar responsabilidades si las hubiera.
Su casa "se llenó de gente" al conocerse la noticia
Roberto Hernández había regresado recientemente a la isla tras residir en Gijón, donde trató de convertirse en Guardia Civil. Sin embargo, según explica este conocido, no logró superar el examen y decidió volver a Lanzarote. Entonces "le salió el trabajo en Lanzagrava". Pero lo que le apasionaba era el mundo del motor y, de hecho, tenía formación como mecánico. "Era el típico chaval al que le gustan mucho los coches y está siempre en ese grupito", explica esta persona.
Por eso, continuó buscando trabajo en ese sector hasta que, "a través de un amigo", encontró otro trabajo en la ITV de Arrecife. El martes acudió allí para firmar su contrato y dispuesto a empezar en su nuevo empleo, pero "no le había llegado el contrato porque vienen de Madrid" y siguió en la constructora. "El destino…", lamenta este conocido.
El cuerpo ha sido sometido a una autopsia y ya este viernes por la tarde será trasladado a Tías. La capilla ardiente abrirá sus puertas a las 18.30 horas, para que todos los que lo deseen puedan mostrarle sus condolencias a la familia y amigos.
Según ha relatado esta persona, son muchos los que ya lo han hecho. Y es que, al conocerse la tragedia este jueves, la casa de Roberto "se fue llenando de gente", que acudía a arropar a sus familiares, que han quedado "destrozados". Especialmente su madre, según explica esta persona, "estaba fatal" tras conocer lo ocurrido. Este conocido ha descrito a Roberto Hernández como una persona "muy querida" y con un "amplio grupo de amigos".
Apasionado del motor, Roberto, que heredó el mote de ‘El Pollito’ de su padre, al que llaman ‘El Pollo’, comenzó a correr en rallyes en el año 2007. Su primera prueba fue el primer rally nocturno de La Candelaria, en un Toyota Corolla que se había pasado "todas las tardes" preparando durante semanas. Además, formaba también parte de la asistencia de Yeray Lemes y Samuel Lemes y recientemente, también colaboraba con un joven piloto de Kart Cross.
