El pasajero que voló a Lanzarote con Covid y saltándose el aislamiento, multado con 1.500 euros

La Subdelegación de Gobierno de Ciudad Real le abrió un expediente tras la denuncia de la Guardia Civil de Lanzarote. La resolución concluyó que había incurrido en una infracción grave, al regresar a la isla sin esperar el resultado de la PCR

27 de octubre de 2020 (21:51 CET)
Un agente de la Guardia Civil informando a las personas que esperaban a los pasajeros del vuelo en el que llegó una persona con Covid-19
Un agente de la Guardia Civil informando a las personas que esperaban a los pasajeros del vuelo en el que llegó una persona con Covid-19

El pasajero que el pasado mes de mayo voló a Lanzarote con Covid-19 fue finalmente sancionado con una multa de 1.500 euros, por una infracción “muy grave” de desobediencia. Eso fue lo que estableció la Subdelegación de Gobierno de Ciudad Real, según la resolución a la que ha tenido acceso ahora La Voz.

Aunque el pasajero era residente en la isla, el expediente sancionador se inició en Ciudad Real, que fue donde había viajado para asistir al funeral de su madre, que falleció por coronavirus. Una vez allí, al haber estado en contacto con un positivo, se le realizó la prueba PCR. Sin embargo, sin esperar al resultado y sin guardar el aislamiento obligado en estos casos, se desplazó primero a Madrid y después, tras coger un vuelo en el aeropuerto de Barajas, a Lanzarote.

Fue estando en el vuelo cuando las autoridades sanitarias de Ciudad Real intentaron contactar con él para comunicarle que había dado positivo en la prueba, pero no consiguieron localizarle. Finalmente, a través de un familiar, tuvieron conocimiento de que estaba en el avión, por lo que informaron a la Guardia Civil en Lanzarote, que acudió a esperar el vuelo a su llegada a la isla.

Además, a los agentes se sumaron numerosos efectivos sanitarios y de emergencias, así como personal de distintas ONGs, dejando una de las escenas más aparatosas vividas en la isla desde el inicio de la pandemia. Inicialmente, se ordenó guardar aislamiento a los 140 pasajeros del vuelo, poniendo el Cabildo un hotel a disposición de los que no tenían vivienda en la isla donde guardar la cuarentena. Al día siguiente, finalmente ese aislamiento se redujo a las 13 personas que se sentaban en los asientos más próximos, y todas ellas terminaron dando después negativo en las pruebas.

Un pasajero con coronavirus llega al aeropuerto de Lanzarote en un vuelo procedente de Madrid         

En cuanto al pasajero afectado, al no presentar síntomas se le trasladó a su domicilio, en el municipio de Tinajo, para que mantuviera allí el aislamiento.

Por su parte, la Guardia Civil realizó un informe que fue el que dio lugar a esta sanción. En la resolución de la Subdelegación de Gobierno se señala como denunciante a la Unidad de Seguridad de la Guardia Civil en el aeropuerto de Lanzarote, que fue a quien dieron aviso las autoridades sanitarias de Ciudad Real.

En el expediente se indica que el hombre subió a este vuelo sin realizar “la medida obligatoria de aislamiento domiciliario ordenada por las autoridades sanitarias, dado que se encontraba en seguimiento epidemiológico por razones sanitarias, decretándose que debía permanecer en aislamiento preventivo por hacer sido contacto estrecho de un caso confirmado”. Por eso, le considera responsible de un “acto de desobediencia de las limitaciones de la libertad de circulación acordadas por la autoridad competente durante la vigencia del estado de alarma”.

En esta resolución, dictada después de los hechos y contra la que cabía recurso, se establecía una sanción de 1.500 euros, aunque con una posible reducción de hasta el 50% en caso de que realizara el pago de forma voluntaria en los quince primeros días después de recibir la notificación; y del 20% si lo hacía, también voluntariamente, a partir de esa fecha.

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