Pretendía usar un zepelín teledirigido para la evasión

La Policía Nacional desbarata el espectacular plan de fuga de la prisión de Salto del Negro de un narcotraficante italiano

Agentes de la Policía Nacional han frustrado un espectacular plan de fuga de un narcotraficante recluido en la prisión de Salto del Negro, en Las Palmas de Gran Canaria, al que se le iba a enviar un zepelín de cuatro metros ...

3 de julio de 2009 (15:02 CET)

Agentes de la Policía Nacional han frustrado un espectacular plan de fuga de un narcotraficante recluido en la prisión de Salto del Negro, en Las Palmas de Gran Canaria, al que se le iba a enviar un zepelín de cuatro metros teledirigido con un equipo de visión nocturna y material de escalada para que pudiera abandonar la cárcel.

Según datos facilitados este viernes por el Cuerpo Nacional de Policía, que ha contado con la colaboración de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, la operación ha permitido desarticular el grupo de apoyo para esa fuga compuesto por tres personas. El detenido cumplía condena por pilotar un hidroavión con 200 kilos de 'coca'.

Los agentes tuvieron conocimiento el pasado mes de febrero de que varias personas podrían estar preparando la fuga de Giulio B., de 51 años y vinculado a una organización internacional dedicada a la introducción y distribución en España de grandes cantidades de estupefaciente. El narcotraficante había sido detenido cuando pilotaba un hidroavión procedente de Mauritania cargado con 200 kilogramos de cocaína y actualmente se encuentra recluido en el centro penitenciario de Las Palmas de Gran Canaria.

Las primeras pesquisas, señala la nota policial, permitieron identificar al equipo de apoyo con el que contaba el recluso fuera de prisión para desarrollar el plan y llevar a cabo la evasión. Los agentes descubrieron que el grupo había remitido desde Bérgamo (Italia) un paquete con los instrumentos necesarios para la fuga.

La estrategia consistía en usar por radio-control un zepelín de cuatro metros de largo, con el objeto de introducir en la celda de Giulio B. un visor nocturno, un equipo de escalada y pintura de camuflaje. Una vez en su poder, este se desplazaría hasta el lugar más elevado de la prisión para acceder a un punto concreto, previamente designado y que no contara con vigilancia, y descolgarse hasta el exterior del centro.

En ese momento, agrega la policía, un conductor lo recogería y se trasladarían hasta algún país extranjero, donde refugiarse a la espera de conseguir documentación falsificada y continuar gestionando transportes de estupefaciente a nuestro país.

CONTRAVIGILANCIA

De esta forma, "los agentes constataron la pericia técnica con la que actuaba el grupo de apoyo", explica la nota policial, que agrega que uno de sus miembros ejercía labores de contravigilancia sobre los funcionarios de prisiones del centro penitenciario de Salto del Negro.

El punto de observación elegido era un monte a unos 600 metros de distancia de la prisión. Desde allí, en una tienda de campaña camuflada, analizaba las medidas de seguridad y las torres de vigilancia gracias al uso de prismáticos y un teleobjetivo de gran angular. Incluso había instalado sensores de movimiento en los alrededores de su posición para detectar la eventual presencia de cualquier persona que pudiera descubrirle.

Los investigadores decidieron poner entonces en marcha el operativo para frustrar el intento de fuga. De esta forma, además de las detenciones, se pudo interceptar el paquete enviado desde Italia y se efectuaron varios registros domiciliarios en los que, entre otros efectos, se encontró la tienda de campaña, el telescopio de gran angular, y hasta cartas manuscritas enviadas por Giulio B. con planos de la prisión.

La operación ha sido desarrollada por agentes de los Greco de Canarias y Levante de la Comisaría General de Policía Judicial, quienes han contado con la colaboración de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

ACN Press

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