El espeluznante registro en la vivienda de la familia de Verónica, donde se encontraron huesos humanos quemados y escondidos en una bolsa, dejó también otros siniestros hallazgos. Los agentes de la Policía Nacional, que desde el martes de la pasada semana han acudido varias veces a la vivienda en busca de nuevas pruebas, hallaron en la casa recortes de periódicos sobre crímenes y asesinatos y libros de criminología e investigaciones policiales y forenses.
Al parecer, este material pertenecería a la madrastra de Verónica, Carmen Delia, que está imputada por homicidio y/o encubrimiento, dentro de la causa abierta por el presunto asesinato de la joven. Fuentes cercanas a la investigación han señalado a La Voz que al ser preguntada por los recortes de prensa y los libros especializados en crímenes, Carmen Delia respondió que los tenía porque quiso estudiar Criminología. Sin embargo, los agentes han comprobado que no consta que realizara ninguna matrícula para cursar esos supuestos estudios.
Por otra parte, los agentes también encontraron en la casa distintos elementos de santería, y dejaron constancia de ello en el atestado policial. Además, intervinieron otros documentos que pueden aportar datos a esta investigación.
Versiones contradictorias
Con las pruebas recabadas durante los registros, los investigadores tratarán de arrojar luz sobre una causa marcada por las declaraciones contradictorias de los implicados y por la muerte de uno de los principales imputados, el padre de Verónica, que falleció el pasado lunes. Antes de morir, José Luis M. llegó a declarar y negó haber maltratado a sus hijos, contradiciendo así las versiones que hasta ese momento habían dado su mujer y los hijos de ésta.
La madrastra y el hermanastro de Verónica, ambos en prisión provisional por estos hechos, responsabilizaron al padre e incluso aseguraron que dejó embarazada a su hija. ["Me dijo que no me preocupara, que él lo solucionaría"->75501], aseguró la madrastra en la declaración. Sin embargo, esto también choca con las declaraciones realizadas a La Voz por el único hermano carnal de Verónica, que también vivió un infierno de niño en ese hogar, hasta que fue enviado a un centro de menores. Según su versión, su padre nunca les puso la mano encima y era la madrastra quienes supuestamente les maltrataba, y tanto ella como sus hijos les sometían a distintas humillaciones.
Tras la muerte del padre, hay tres personas imputadas por estos hechos: dos hermanastros de Verónica, uno de ellos en prisión provisional y otra en libertad con cargos, y la madrastra. En el caso de esta última, el juez duda de su versión, ya que no sólo la ha imputado por encubrimiento, sino que también considera que pudo ser responsable de un delito de homicidio.
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[La madrastra de Verónica declaró que el padre la había dejado embarazada: "Me dijo que no me preocupara, que él lo solucionaría"->75501]