El caso Vitaldent, bautizado por la Policía como "operación Topolino", ha llegado hasta Lanzarote. La juez María Isabel Serrano ha decidido enviar a prisión provisional a Javier Arteaga y a su hermano, Óscar Arteaga, que expandieron el negocio a esta isla. Entre otras cosas, los hermanos Arteaga son los administradores de la empresa Micalmar Lanzarote SL, con la que trajeron esta franquicia a Arrecife.
Según publica el diario El Español, Javier Arteaga pertenecía a la "cúpula" de Vitaldent y la Fiscalía le señala como "el hombre de confianza" del presidente y principal imputado en esta causa, Ernesto Colman. En su momento, Arteaga ocupó cargos directivos en la empresa y actualmente gestiona 13 clínicas Vitaldent abiertas en distintos puntos de España.
En la operación han sido arrestadas 13 personas en la Comunidad de Madrid y una en Torrevieja (Alicante), de las que seis han sido enviadas a prisión provisional al considerar que existe riesgo de fuga. La juez les imputa delitos contra la Hacienda Pública, delito continuado de blanqueo de capitales, un delito de falsedad en documento oficial y mercantil, un delito de estafa y apropiación indebida, un delito contable y un delito de organización criminal.
La investigación ha corrido a cargo de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) de la Policía Nacional, que considera que Colman creó un sistema defraudatorio con ayuda del resto de imputados, llevando a cabo un fraude que podría haber alcanzado los 10 millones de euros. Entre otras cosas, según la policía, la empresa exigía a sus franquiciados que le pagasen en metálico el 10% de la cantidad acordada por la franquicia.
Arteaga, supuesto "recaudador" del dinero
Según publican medios y agencias nacionales, la juez instructora señala al administrador de Micalmar Lanzarote SL, Javier Arteaga, como presunto "recaudador" del dinero que recibía Vitaldent de forma ilícita. "Habría establecido rondas de recogida por las diferentes clínicas, para la recogida de dinero en efectivo, bien yendo él personalmente, o apoyándose en su hermano Óscar en sus visitas de control a sus franquicias, repartidas por todo el territorio nacional o aprovechando las reuniones con los delegados de las mismas cada tres meses", señala el diario El Español.
Incluso, apunta que en su declaración en los Juzgados, Arteaga admitió el cobro del dinero en B a sus clínicas y pagos en B por diversas partidas como bonus, obras de acondicionamiento de locales y parte del pago del canon por publicidad y por la facturación.
Especial relevancia en la investigación tiene también su hermano y socio, Óscar Arteaga, en cuyo domicilio los agentes se habrían encontrado 615.000 euros en efectivo. En total, en los distintos registros realizados durante la operación, la policía se incautó de 1,2 millones de euros en efectivo, así como un avión valorado en un millón de euros, 36 coches, varios de ellos de alta gama, y varias fincas. En el domicilio de Javier Arteaga, los agentes encontraron 66.000 euros en efectivo.