Ocho inspecciones realizadas en distintos establecimientos de Lanzarote por la Guardia Civil se han saldado con 14 denuncias por infracciones administrativas y con la retirada de casi 3.000 botellas de alcohol en diferentes locales, tanto de venta al público como mayoristas.
Las inspecciones se llevaron a cabo el pasado 21 de enero y corrieron a cargo de agentes de la Patrulla Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil de Costa Teguise y de personal de Inspección de Comercio y Consumo del Gobierno de Canarias.
Aunque las botellas intervenidas "no suponían un riesgo para la salud", según aclaran desde la Guardia Civil, sí, presentaban distintas infracciones, por lo que fueron intervenidas y han quedado a disposición de la Inspección de Turismo del Gobierno de Canarias, así como del Administrador de la Oficina Gestora de Aduanas e Impuestos Especiales de Arrecife.
Entre las infracciones, se encuentran la de carecer de las preceptivas precintas fiscales, carecer de número de lote o tenerlo "borrado intencionadamente", carecer de etiquetado en castellano o no consignar importador ni productor en la Unión Europea, tal como obliga la venta de bebidas alcohólicas importadas de terceros países.
En total fueron inmovilizadas 2.950 botellas de varios tipos de bebidas alcohólicas, como ginebra o vodka, "presentando un valor aproximado de 30.000 euros", según la Guardia Civil.