La Guardia Civil ha esclarecido un delito de estafa de 170.000 euros relacionada con criptomonedas, y ha identificado a tres varones y una mujer, con edades entre los 35 y los 45 años como presuntos autores del delito.
Según ha señalado la Benemérita, los cuatro identificados presuntamente habrían engañado con publicidad falsa a una persona con residencia habitual en Lanzarote, para que realizara distintas transferencias bancarias a modo de inversión en criptomonedas.
La Guardia Civil tuvo conocimiento a raíz de una denuncia presentada el pasado mes de marzo, donde el denunciante comunicaba ser víctima de una estafa tecnológica, en el que refería "haberse interesado en la inversión de criptomonedas, poniéndose en contacto con un supuesto bróker que se encargaría de rentabilizar su inversión, la cual en un principio se trataba de 170.000 euros".
Por tanto, la víctima procedió a realizar diversas transferencias bancarias durante un período de tres meses, ingresando cantidades de dinero que oscilaban "entre los 3.000 euros y los 57.000 euros", hasta llegar al capital total mencionado, siendo el perjudicado una persona con alto poder adquisitivo.
Asimismo, una vez realizadas las correspondientes transferencias a favor del presunto bróker en distintas cuentas bancarias, “cesaron todas las comunicaciones", percatándose la víctima en ese momento que se trataba de un fraude”.
La Guardia Civil realizó las pesquisas policiales oportunas y las diversas gestiones para el esclarecimiento de los hechos acontecidos, entre ellas, procedieron a identificar a todas las personas implicadas como los beneficiarios de las cuentas corrientes de destino del capital defraudado, significando que estas cuentas fueron abiertas de forma presencial. Además la Guardia Civil aclara que tres de estas personas "son responsables de empresas relacionadas con el mercado de criptomonedas".
Por todo ello, las diligencias instruidas fueron puestas a disposición del Juzgado de Guardia de Arrecife.
Falsos brokers
La Guardia Civil alerta de que los falsos brokers simulan ser especialistas en inversiones de Criptomonedas y captan a sus víctimas mediante publicidades engañosas.
Durante un tiempo prolongado, un gestor contacta por teléfono casi a diario con el cliente para lograr intimar a nivel personal, al tiempo que les hacen ver las supuestas ganancias que van consiguiendo gracias a su primera inversión, pero también para destacarles lo que podrían ganar si elevaban sus fondos. Todo esto, puede ser plasmado desde aplicaciones manipuladas por el Ciberestafador, que no son reales.
De esta forma convencen a los inversores para que realicen transferencias, dado que estos confían plenamente en el negocio que les planteaban sus ‘brokers’ de confianza.
En el momento en el cual el inversor desea retirar sus beneficios, comienza los problemas con diferentes escusas. Entre ellas les "solicitan pagar unos impuestos para conseguir más transferencias, o directamente les indican que el mercado ha cambiado y han perdido todo su dinero".
Tras indicarle que han perdido todo su dinero, se pone en contacto con el ciudadano otro Bróker, que le indica que le va ayudar a recuperar lo perdido con nuevas inversiones, entrando en una espiral de pérdidas hasta “quemar” la cuenta.