La ONG Emerlan (Emergencias y Rescate Lanzarote) tuvo que intervenir este viernes en dos rescates en Puerto del Carmen, concretamente en Playa Chica. El primero se produjo a las 11:27, cuando el socorrista de servicio en esa playa se percató de que había una buceadora que se encontraba en la superficie y pedía ayuda.
Al acercarse a la mujer, una italiana de 51 años, ésta le comentó que había tragado mucha agua y que le costaba respirar. El socorrista llevó a la víctima hacia la orilla y una vez allí, le suministraron oxígeno y primeros auxilios hasta la llegada de la ambulancia de Emerlan, que la trasladó al Hospital Doctor José Molina Orosa.
Horas después, a las 16:50, los dos socorristas de esa misma playa tuvieron que intervenir para auxiliar a un niño de 8 años procedente del País Vasco. El mismo se encontraba "a unos 20 metros de distancia de la costa con evidentes signos de apuro", según ha informado Emerlan. En este caso, todo quedó en un susto. Los socorristas llegaron hasta él y le llevaron a la orilla, sin que fuera necesario prestarle asistencia sanitaria.
Aumentan las intervenciones
Desde Emerlan destacan que este año está habiendo un "incremento" de las intervenciones en las playas con respecto al año pasado. Según la ONG, entre enero y julio de 2013, han tenido que realizar 45 rescates, 25 traslados a centros sanitarios y 143 curas in situ.
Estás intervenciones se han realizado en las playas donde Emerlan presta servicios, y entre las que se encuentran Playa Chica, Playa Grande, Pocillos y Matagorda, pertenecientes al municipio de Tías, y Famara y las Cucharas, del municipio de Teguise.
En un comunicado, Emerlan recuerda a los usuarios de las playas y del litoral costero de Lanzarote "que deben extremarse las precauciones especialmente en estos días de viento, sobre todo con el uso de flotadores y similares, puestos que estos son fácilmente arrastrados por el viento mar adentro".
Además, señalan que si esto sucede, "en caso de ver que nos ha alejado de la costa y no la podemos alcanzar a nado, deberemos hacer señales visuales y acústicas (silbar o gritar) a la orilla, y en ningún caso abandonar el elemento flotante en el que nos encontremos".
