Se suspendió minutos después de su inicio por la ausencia de un testigo

El acusado de intento de homicidio pide perdón a la víctima y asegura que "no quería acabar con su vida ni hacerle daño"

"Le pido perdón a Miguel, porque nunca quise quitarle la vida". Esas han sido las palabras de Carlos Javier Rosales, durante el juicio que se celebró este miércoles ante la Audiencia Provincial de Las Palmas y ...

14 de julio de 2011 (16:31 CET)
El acusado de intento de homicidio  pide perdón a la víctima y asegura que "no quería acabar con su vida ni hacerle daño"
El acusado de intento de homicidio pide perdón a la víctima y asegura que "no quería acabar con su vida ni hacerle daño"

"Le pido perdón a Miguel, porque nunca quise quitarle la vida". Esas han sido las palabras de Carlos Javier Rosales, durante el juicio que se celebró este miércoles ante la Audiencia Provincial de Las Palmas y que tuvo que suspenderse pocos minutos después de su comienzo por la ausencia de un testigo.

Carlos Javier Rosales está acusado un delito de homicidio en grado de tentativa, tras haber clavado un objeto punzante a un conocido "a la altura del corazón", por una deuda de 12 euros, por un asunto de drogas. El Ministerio Fiscal pide una pena de 8 años de prisión, mientras que la acusación particular solicita 10 años de cárcel. Por su parte, la defensa considera que se trata de un delito de lesiones y pide además que se tenga como atenuante que Carlos Javier Rosales se encontraba "bajo los efectos de las drogas".

El imputado declaró que sobre las 5 de la madrugada del 2 de febrero de 2010 salió de la pensión en la que se encontraba y fue a las Cuatro Esquinas "en busca de droga". Carlos Javier Rosales afirmó que "iba colocado" y reconoció que llevaba consigo un destornillador, pero aseguró que era "para protegerse" ante la peligrosidad de la zona y también para defenderse de un hombre en concreto, que "se dedica a robar" y que "aquel día estaba por ahí haciendo escándalo".

Según su testimonio, fue en las Cuatro Esquinas cuando se encontró con Miguel, el cual le reclamó una deuda de 12 euros aunque, según ha afirmado, Miguel ya estuvo horas antes en la pensión donde se alojaba pidiéndole el dinero. "Miguel me dijo que cuándo le iba a pagar y le dije que no tenía dinero, que acababa de irme de casa, que tenía una niña de dos años y una mujer, pero eran sólo 12 euros y Miguel era un chico tranquilo", ha relatado.

"Sólo quería que se quitara de en medio"

Sin embargo, Carlos Javier Rosales aseguró que cuando se lo encontró de madrugada Miguel le empujó y que entonces sacó el destornillador "para que se quitara de en medio". "No quería acabar con su vida ni hacerle daño", ha asegurado ante la sala el acusado, que afirma que Miguel "se abalanzó" contra él, provocando que el destornillador se le clavase. "Sentí un pinchazo y me quedé petrificado. Me escondí y vi que vino la ambulancia y la policía", ha declarado el imputado que horas después fue a entregarse "a la policía".

Estas fueron las declaraciones de Carlos Javier Rosales durante el juicio que tuvo que suspenderse minutos después de su inicio. Y es que faltaron dos testigos, uno de los cuales era considerado fundamental por el Ministerio Fiscal para la causa. El acusado y el abogado afirmaron ante el juez que este testigo al parecer había fallecido, ante lo que se decidió parar el juicio durante unos minutos para comprobar si era cierto en el Registro Civil. Tras constatar que no constaba la defunción de esta persona, decidió suspenderse el juicio hasta localizar a este testigo.

Carlos Javier Rosales se encuentra en prisión provisional desde el día en que sucedieron los hechos.

LO MAS LEÍDO