La queridísima abuela centenaria del pueblo de La Degollada, Dolores Fernández Marrero, cumple este jueves 101 años de vida, y lo hace arropada por familiares, allegados y conocidos que se han acercado hasta su domicilio para transmitirle su cariño y admiración. Ella, con la educación que le caracteriza, ha recibido amablemente todas las visitas, entre ellas, la del alcalde de Yaiza, Óscar Noda, que compartió junto a la concejala responsable de atención a los mayores, Águeda Cedrés, un momento distendido con la vecina agasajada.
Consciente de haber superado los 100 años, Dolores apunta con buen humor que “cumplo apenas un añito y aquí estamos comiendo y durmiendo”. Trabajó mucho desde muy joven, de sol a sol, en el campo, en el Valle de Fenauso, dedicando largas jornadas a la cosecha de cebada, trigo y millo, así que sabe como nadie el valor del trabajo para el bienestar de los suyos y sobre todo el valor de la salud como peldaño hacia la longevidad, de ahí que lo primero que hace al saludar es desear “salud y larga vida”.
“Ha sido una gran alegría volver a compartir con Dolores un día tan especial para ella y su gente. Nuestra abuela centenaria es puro cariño, nobleza y buen humor, además de ser una mujer ejemplo de esfuerzo y sacrificio”, anota el alcalde de Yaiza.
El salón de la casa de Dolores lo preside una fotografía suya que retrata la alegría de la vida. La imagen forma parte de la exposición organizada por el Ayuntamiento en octubre pasado con motivo del Día del Mayor para exaltar la figura de vecinos y vecinas de cada uno de los trece pueblos del municipio, interpretando su experiencia y el esfuerzo de toda una vida dedicada a sus familias y al progreso de Yaiza, que tiene en Dolores Fernández Marrero una figura más que protagónica.
Dolores es nieta del poeta popular Víctor Fernández Gopar y participó en 2018 como testimonio en el documental El tiempo de la sal. Tras las huellas de Víctor Fernández Gopar, dedicado a la vida y obra de El Salinero, una producción dirigida por la cineasta Carmen Tortosa que fue patrocinada por el Ayuntamiento sureño.
