Contra la primera hipótesis que barajaba el Ayuntamiento, al parecer las excavaciones en la casa contigua no tocaron la vivienda. En Arrecife hay muchas viviendas construidas sin licencia y que además han sido ampliadas y modificadas posteriormente

Una débil estructura pudo motivar el derrumbamiento de la casa en San Francisco Javier

Dos días antes de que la casa de la familia Ospinal se desplomara, en la parcela contigua habían comenzado obras. Una máquina excavadora de la empresa Franluca, contratada por la promotora de la obra ...

13 de abril de 2007 (07:46 CET)
Una débil estructura pudo motivar el derrumbamiento de la casa en San Francisco Javier
Una débil estructura pudo motivar el derrumbamiento de la casa en San Francisco Javier

Dos días antes de que la casa de la familia Ospinal se desplomara, en la parcela contigua habían comenzado obras. Una máquina excavadora de la empresa Franluca, contratada por la promotora de la obra Promofuerte Gestión S.L., ahondaba en la tierra, lo que podría haber motivado el derrumbe. "Yo tengo mis dudas de que ese sea el motivo" explica la secretaria del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Lanzarote, Penélope Tabares, contra la primera versión que dio el Ayuntamiento capitalino, que señalaba la exavación como posible causa del suceso.

Esa vivienda se construyó hace más de diez años y como muchas otras viviendas en Arrecife, "probablemente no pasó ningún control técnico e incluso, tenía humedades en un lateral". La arquitecta explica que en un caso como este, es necesario comprobar si la vivienda contaba con su licencia de construcción o si se trata de una de las casas de "autoconstrucción" que se hacen los propietarios "los fines de semana". También pudo haber dañado la estructura de la casa la realización de obras de ampliación y reformas en su interior que "tocaran la poca estructura que la casa tenía".

Todos estos factores podrían haber hecho "vulnerable la vivienda", explica Penélope Tabares, no sólo a los movimientos de tierra contiguos, que en este caso "en principio no tocaron a la vivienda que se ha caído", sino también al propio peso de la edificación. "Lo lógico es que en este tipo de estructuras una vez que falla la edificación se venza una parte, no todo el edificio. Entonces la estructura ya era deficiente porque se ha desplomado entero" interpreta Penélope Tabares, que reconoce que "todo son conjeturas hasta que no se haga una investigación", de la que previsiblemente encargarán los seguros de la constructora y de la casa, si el propietario lo tuviera contratado.

Casas que se escapan al control

Según indica la secretaria del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Lanzarote, en Arrecife hay muchas viviendas construidas sin licencia y que además han sido ampliadas y modificadas posteriormente sin proyecto visado. Una zona en la que proliferan estas construcciones es el barrio de Argana Alta. Sobre muchas de ellas pesa un expediente sancionador, pero si la administración no actúa y demuele la vivienda en el plazo de que dispone, "esas casas quedan en amparo legal".

Por otra parte Arrecife no cuenta con una normativa específica de inspección técnica de edificaciones. Sí existe una Ley genérica para todo el territorio nacional que cada Comunidad Autónoma adquiere como suya y cuya competencia, cede a los ayuntamientos y son estos, los encargados de hacer una normativa específica, con la que en realidad, cuentan muy pocos municipios. "Madrid, Barcelona y Santa Cruz de Tenerife la tienen, cuentan con personal técnico" apunta la arquitecta, que explica esta normativa como "la ITV de los edificios".Un control que deben pasar las edificaciones de una determinada antigüedad, si bien, la vivienda que se hundió en San Francisco Javier "no entraría dentro de esta revisión porque no alcanza la antigüedad necesaria.

Vuelta a la lucha

Arbey Ospinal calcula las pérdidas económicas en unos 35.000 euros entre muebles nuevos que había adquirido para la casa en la que llevaban viviendo unos pocos días, maquinaria ubicada en el garaje para montar su propia panadería, dinero en efectivo y joyas. Pero lo que más le preocupa son "los papeles míos y de mi familia", que le permitían trabajar en España legalmente y que han quedado entre los escombros.

"Espero que la alcaldesa nos ayude a recuperarlos". De momento el Ayuntamiento ha alojado a la familia en el Hotel Lancelot y está pendiente de proporcionarle una nueva vivienda. Desde la empresa que realizaba las excavaciones de la obra contigua, declararon a La Voz que "la responsabilidad debería recaer en la promotora de la obra". Mientras tanto la familia Ospinal se prepara para empezar de cero, aunque "desmoralizados, después de tantos años de sacrificio y de lucha lejos de nuestra gente?pero bueno, es parte de la vida y toca afrontarlo como llega".

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