Los dueños han denunciado esta apropiación ante los Juzgados, pero la pareja no piensa marcharse. Dice que no tiene dónde ir

Un matrimonio de 60 años ocupa una vivienda en Los Geranios

Un matrimonio de alrededor de 60 años ha ocupado una vivienda en el barrio de Los Geranios, en Arrecife, después de que el banco embargara su piso. Los hijos de la ...

11 de enero de 2010 (23:14 CET)
Un matrimonio de 60 años ocupa una vivienda en Los Geranios
Un matrimonio de 60 años ocupa una vivienda en Los Geranios

Un matrimonio de alrededor de 60 años ha ocupado una vivienda en el barrio de Los Geranios, en Arrecife, después de que el banco embargara su piso. Los hijos de la propietaria de la casa, que se encuentra ingresada en el Hospital Insular y cuyo marido falleció, ya han denunciado esta apropiación ante los juzgados. La pareja no piensa dejar este piso, ubicado en la calle Peñas del Espino, y asegura que "estaba abandonado y deshabitado desde hace cinco o seis meses".

Los "ocupas" se llaman Antonio Medina Cabrera y Olegaria Rodríguez y tienen 63 y 59 años, respectivamente. Este matrimonio ha perdido su casa, situada en el barrio de Titerroy, después de que el banco la embargara por no poder afrontar la hipoteca. "Pagaba 700 euros y mi jubilación es de 1.000 euros. ¿Cómo, como?, ¿cómo pago la luz y el agua? De repente me veo sin casa, después de haber trabajado toda la vida, desde los 12 años en la albañilería", lamenta Antonio.

Antonio afirma que cuando se vio en la calle, una conocida le comentó que en Los Geranios había una vivienda que estaba deshabitada. Decidió romper la cerradura y ocupar este lugar. "Esto llevaba meses cerrado, así que me vine en Navidad, sobre el día 24, no lo recuerdo bien", señala este hombre, mientras muestra el mal estado de la vivienda. "Los primeros días tuvimos que usar mascarilla, porque no se podía estar. Todo está hecho un asco, la cocina, la sala, el baño? Hasta los niños del barrio se metían aquí a jugar con las chicas. Habían roto la cerradura de la terraza trasera y pasaban las horas aquí dentro", asegura.

El estado de la casa

Antonio y Olegaria habitan ahora esta casa, de dos pisos, que se encuentra en muy malas condiciones. Duermen en un sofá cama, único mueble del que disponen, pero tienen agua y luz que "no saben quién paga". La humedad dentro de la vivienda "es insoportable" y, por ello, la hija y el nieto de este matrimonio, que también iban a trasladarse hasta este lugar, finalmente han sido acogidos por otro familiar.

"No hemos hecho obra, pero hemos pintando la parte de arriba. Estaba llena de boquetes, hemos empastado todas las paredes. El olor y la humedad son terribles. Vivir aquí tampoco es fácil, estaba todo hecho un asco. Tengo que dejar las ventanas abiertas para que se vaya la humedad. Cuando entramos, las baldas estaban tiradas, los muebles rotos, y las habitaciones llenas de orines y de caca. He sacado bolsas y bolsas de basura de aquí. Había mierda, estaba abandonado", se justifica.

¿A dónde nos vamos a vivir?

Antonio sabe que esta casa tiene propietarios y entiende que estos reclamen lo que es suyo. Sin embargo, justifica esta acción en que "en la casa sólo vivían ratones y cucas, nada más". Este hombre no ha hablado con los propietarios de la vivienda, pese a que afirma que mantuvieron un rifi-rafe con su mujer a las puertas del edificio. No obstante, sí han recibido el aviso de la Policía Local, que comunicó a la pareja que habían sido denunciados ante el Juzgado. "Nos dijeron que esperáramos a que el juez dijera algo. Lo lógico es que nos echen fuera pero, ¿a dónde nos vamos a vivir?", pregunta.

Así, es consciente de que puede ser desalojado, pero lanza una advertencia: "Si me echan fuera me voy a vivir al juzgado, a la delegación del Gobierno, al Ayuntamiento o al Cabildo. Debajo de un puente o a la calle no me voy. Yo me voy a seguir quedando aquí. Hasta que me echen me quedo", indica.

Afirma que prefiere ir a la cárcel ?"así la conozco", dice-, ya que en prisión tendrá "un techo donde dormir". "Lo sentiré por mi mujer y mi familia, que piensa que esta medida es una locura, pero no tenemos otra solución. Mi mujer y yo podíamos habernos ido a vivir ella a casa de un hijo y yo de otro, pero ¿eso qué matrimonio es?", lamenta.

Sin comentarios de los dueños

Por su parte, los hijos de la propietaria de la vivienda prefieren no dar su opinión, ni hacer ningún tipo de comentarios. Su padre murió hace unos meses y su madre está ingresada en el Hospital Insular. "No queremos hablar hasta que no se pronuncie el juez", afirma una de las afectadas, quien presentó esta denuncia el pasado jueves. "Regresé a casa de mis padres y me di cuenta de que habían cambiado la cerradura. La denuncia está puesta y espero que la Justicia se encargue de hacer justicia", subraya.

Los vecinos, por otra parte, indican que esta vivienda llevaba "casi un año deshabitada" y afirman que, de momento, no han tenido problemas con los nuevos inquilinos.

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