Joaquín Sabina ha puesto fin a años de hipótesis y especulaciones entre sus fans. En una entrevista concedida al diario El Comercio, antes de ofrecer un concierto en Gijón, el cantante ha confesado por fin cuál es el escenario de una de sus canciones legendarias. Y aunque muchos "pueblos con mar" de España se disputaban ese título, lo cierto es que fue en Lanzarote donde conoció a esa mujer "en la barra de un bar", hace más de dos décadas.
"Lo bueno que tienen las canciones es que en ese caso vale para todos los sitios que tienen mar, para eso las escribe uno. ¡Pero era Lanzarote!", respondió Sabina al periodista, cuando éste le preguntó si no conoció a la chica en Gijón, como decía la "leyenda" en esa localidad.
Aunque no todas las historias de Sabina están basadas en hechos reales, muchas de ellas sí lo están, o al menos están inspiradas en experiencias vividas por el artista. Y en el caso de "Y nos dieron las diez...", siempre se ha visto una base real en la historia, que ahora ha sido confirmada.
Quizá no fue "después de un concierto", o en el "único bar que vimos abierto". Quizá ella no le pidió que le cantara "una canción al oído" a cambio de un "cubata". Quizá él no respondió: "Con una condición, que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata". O quizá sí.
En cualquier caso, eso seguirá siendo un misterio y alimentando leyendas entre los seguidores del artista. Lo que sí reconoce ahora es que le dieron "las diez y las once, las doce y la una y las dos y las tres" con una lanzaroteña, que le inspiró una de sus canciones más populares. El tema, del que también hizo su propia versión Enrique Urquijo, se incluye en el album "Física y Química", que vio la luz en 1992.