Un médico conejero, entre los únicos especialistas del país en una cirugía de cáncer digestivo precoz

Diego Álvarez de Sotomayor está especializado en la disección submucosa endoscópica, una técnica pionera en España en el tratamiento quirúrgico del cáncer de colon

17 de febrero de 2024 (16:30 CET)
Actualizado el 19 de febrero de 2024 (11:22 CET)
El médico digestivo Diego Álvarez de Sotomayor. Foto: Cedida.
El médico digestivo Diego Álvarez de Sotomayor. Foto: Cedida.

Una de cada 25 personas desarrollan cáncer de colon a lo largo de su vida en los países occidentales. Esta realidad hace que en los últimos 30 años se hayan modernizado los métodos para atajar el crecimiento acelerado de las células malignas y garantizar la vida de los enfermos. El médico conejero Diego Álvarez de Sotomayor es especialista en el aparato digestivo y trabaja en la Unidad de Endoscopia Digestiva del Hospital Tortosa Verge de la Cinta en el sur de Tarragonadesarrollando una labor pionera en España: la disección submucosa endoscópica, una de esas técnicas innovadoras.

Lo del sanitario lanzaroteño con esta especialización no fue una elección pensada de antemano, sino un conjunto de "oportunidades o intereses" que le llevaron a terminar formándose en la materia.  Entre 2013 y 2017 se formó como especialista en el aparato digestivo en el Hospital La Fe de Valencia. Tras acabar la especialidad, la falta de un trabajo laboral indefinido en España le empujó a salir del país y a buscar oportunidades en Reino Unido. Fue entonces cuando inició su andadura como médico en el Hospital St. Marks de Londres, donde se formó como especialista en la realización de endoscopias digestivas y, en concreto, en las endoscopias oncológicas. 

Actualmente, asentado en el hospital de Tarragona, su labor consiste en la detección y el tratamiento de tumores precoces del tubo digestivo. "En el tubo digestivo a veces se producen formaciones que comunmente se denominan pólipos (o acumulación de células), que son las lesiones precursoras que luego pueden dar lugar a cánceres", arranca el digestivo. No todos los pólipos acaban siendo cáncer, pero el tiempo en que un pólipo (o acumulación de células) puede convertirse en canceroso es muy largo, de entre diez y 20 años. 

Para diagnosticar este tipo de enfermedades, en España se realizan campañas nacionales de cribados de cáncer de colon. En la mayoría de comunidades autónomas están destinados a pacientes de entre 50 y 69 años y se hace una primera ronda que consiste en un análisis de sangre oculta en heces y una segunda ronda de colonoscopias.

Estos programas de cribado de cáncer de colon y el aumento de las colonoscopias han supuesto que cada vez "se detecten más lesiones cancerosas, que son de gran tamaño, en etapas o en estadios muy precoces".

Cuando se trata de pólipos de pequeño tamaño en la mayoría de los casos se extirpan mediante una endoscopia, donde se extraen los pólipos por cachitos. Para Álvarez, esta técnica "no es lo ideal" porque al trocear las células "se dificulta" el trabajo del patólogo que se encarga de analizar la muestra.

Un segundo método empleado en España es la operación abierta, donde se hacen frente a enfermedades en estadios más avanzados y en los que se requiere más inversión económica y de personal. Como una tercera opción, aunque aún no es la más utilizada, se suma disección submucosa endoscópica, llevada a cabo solo por alrededor de dos docenas de especialistas en todo el país.

La disección submucosa endoscópica

Durante su estancia en el Hospital ST. Mark's de Londres, Diego Álvarez se formó junto a la especialista japonesa Noriko Suzuki, experta a nivel mundial en la técnica y quien le instruyó en la elaboración de la disección submucosa endoscópica. Un método extendido en Japón para tratar tumoraciones de mayor tamaño en edades tempranas. 

Lo suyo con dicha especialización pionera en España no fue una elección vocacional. "No fue nada planificado de antemano, ni orquestado desde años atrás", confiesa. Fue su paso por el hospital londinense y su trabajo junto a la doctora Suzuki el que convirtió esta técnica en algo "atractivo" para el lanzaroteño. "Te vas desarrollando, vas ganando competencias y te sientes más hábil y te va gustando más", resalta. 

"Esta técnica surgió a lo largo de los años 90. Inicialmente partió de la idea de tratar tumores tempranos de estómago, pero con los años ha ido ganando aceptación y se usa para tumores precoces del intestino grueso, del colón, del recto e incluso del intestino delgado", explica el doctor Álvarez. Así pues, para el sanitario conejero, la eficiencia económica de la disección submucosa endoscópica reduce el gasto de quirófano, material de quirófano y días de estancia en el hospital. 

Frente a otros métodos, es una cirugía "mínimamente invasiva" en la que se hace uso de un orificio natural, desde el que se introduce el endoscopio y con ayuda de un electro bisturí se reseca o separa el tumor "completamente" de la pared del intestino para de una sola pieza. Además, la recuperación del paciente intervenido es más rápida de lo habitual.  

Este pólipo que se extrae es luego analizado por un experto en patología, quien con ayuda de un microscopio profundiza en las características de la tumoración. "El paciente no percibe realmente la diferencia con respecto a una colonoscopia normal y va a casa el mismo día.

"Si se hace bien, la técnica es segura, efectiva y sobre todo menos costosa", defiende el médico digestivo.

Sin embargo, no todos los pacientes que presenten tumoraciones en el aparato digestivo son ideales para ser intervenidos a través de este método. En concreto, esta técnica solo se prevé para las personas que estén en el estadio uno de cáncer, es decir, en el nivel más precoz. "Si nosotros nos encontramos que cuando hacemos la disección, el patólogo analiza la pieza y ve que hay un cáncer con riesgo significativo de recurrencia o de metástasis, entonces el paciente normalmente pasa por un comité y típicamente se suele decidir y llevar a cabo una cirugía de rescate", atestigua. 
 

El digestivo Diego Álvarez de Sotomayor. Foto: Cedida.
El digestivo Diego Álvarez de Sotomayor. Foto: Cedida.

 

Falta de médicos especialistas en la materia

Para Diego Álvarez, en España, como en el resto de países occidentales, el problema no es la detección, que se realiza de forma precoz en muchos casos. El digestivo alude a que la barrera es la falta de gente competente en la técnica. "Es una técnica muy laboriosa y que tiene una curva de aprendizaje muy pronunciada, su aprendizaje no es cosa de una semana y se puede extender entre dos y cinco años como mínimo", explica. 

En su caso, el médico lanzaroteño comenzó su formación en 2017 y aún en 2024 continúa con ella. En el marco de esta enseñanza, Álvarez viajó a Japón, en una formación financiada por su centro hospitalario. En esta ocasión, se formó durante cinco semanas en los últimos meses de 2023. 

El médico digestivo conejero Diego Álvarez durante su viaje a Japón. Foto: Cedida.
El médico digestivo conejero Diego Álvarez durante su viaje a Japón. Foto: Cedida.

 

A lo largo de su especialización, la mayor parte de su educación ha sido sufragada por su propio trabajo. "El problema es que en nuestro país, si bien es cierto que durante la etapa universitaria y en parte de la especialidad gozamos de más recursos, cuando ya eres un especialista normalmente te has de ocupar tú de este tipo de formaciones y te lo subvencionas de tu propio bolsillo", muestra Álvarez.

En su viaje al país nipón estuvo en cuatro hospitales de referencia y pudo ser tutelado por cuatro expertos a nivel mundial en la técnica. "La verdad es que es una suerte, como digo, ahí está la concentración de expertos porque tienen tantísimos casos y nos llevan tantos años de ventaja", resalta. En el país asiático tienen una técnica avanzada en la técnica de disección submucosa endoscópica. Además, están disponibles varios simuladores virtuales y artificiales para facilitar la práctica.

"Tiene que haber suficientes especialista competentes en la técnica para poder aprender. En España a día de hoy aún hay déficit de facultativos capacitados para enseñarla, lo que hace que su aprendizaje sea difícil", revela el digestivo. 

"Lo que termina sucediendo es que estos pacientes como no se pueden tratar mediante la disección submucosa endoscópica, se acaban operando", expone Álvarez. Para él, es importante el crecimiento de esta técnica, "sobre todo porque este tipo de lesiones se detectan en su mayoría en pacientes frágiles, con edades avanzadas y con muchas enfermedades concomitantes y que, por tanto, se convierten en malos candidatos a cirugía convencional".

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