"Iba yo circulando por La Paz, en Titerroy, y en una esquina había tres señores mayores que me dijeron: `¡Anda, ahora que yo tengo un coche, las mujeres conducen un taxi!´". A estas afirmaciones, y a algunas otras más duras, se enfrentó María Montesdeoca al volante de su taxi hace quince años.
Entonces, el 5 de mayo de 1994, María fue la primera mujer que condujo un taxi en Arrecife. Con la necesidad de sacar a su familia adelante, María se sumergió en un mundo de hombres con la valentía propia de una mujer que tiene que alimentar a cuatro niños. Quince años más tarde ha demostrado haber superado todas las pruebas.
Empezó en este gremio porque le surgió una oportunidad de trabajo en el sector y tenía que cuidar de sus cuatro hijos y pagar un alquiler ella sola. "Los primeros tiempos fueron muy duros; al principio tuve muchos problemas porque la mujer en el mundo del taxi era un tabú y no había ningún compañerismo", recuerda María. Por aquel entonces, empezaba a conducir a las seis de la mañana y acababa a las dos de la madrugada, pero "luego todos esos obstáculos se fueron superando y ya no trabajaba tantas horas", manifiesta la protagonista.
A día de hoy María sigue trabajando con "la 94", pero espera que una de las nuevas diez licencias de taxi pendientes de asignar le toque a ella. "Diez personas estamos esperando que nos digan a quién le tocan las licencias que ya han salido en el Boletín Oficial, pero que están retenidas. A ver si hay suerte", confía.