La situación del aeropuerto se puede complicar un poco más. Ahora son los vigilantes de la base aérea los que estudian la posibilidad de iniciar la huelga. La principal causa que les llevaría al paro es que la empresa a la que pertenecen no abona todo el salario correspondiente a los trabajadores ya que se les deben horas extra, diversos pluses y además la compañía amenaza con quitar más pluses.
Ante el problema los empleados, que constituyen una plantilla de unos 70 vigilantes, han acudido a reclamar al gabinete jurídico de la Unión Sindical Obrera. Aunque de momento lo único que podrán hacer es preparar las demandas porque agosto es un mes prácticamente inhábil. Además han decidido hacer pública su situación. De esta manera, esperan solucionar el grave problema al que se enfrentan. De no conseguir su objetivo llegarían a la huelga.
Historia
En enero se produjo un cambio de concesión de la empresa de vigilancia en el aeropuerto de Lanzarote. La nueva compañía adjudicataria es Avinsa. Sin embargo, subrogados los mismos derechos y pluses que tendesde que se encarga de este servicios incumple con las normativas del convenio "que es el respetarnos a los trabajadores íamos con al anterior empresa porque nos han subrogado en igualdad de condiciones y está firmado", explicó en Radio Lanzarote el delegado de los trabajadores, Manuel Madera.
Al no cumplir con esta parte del acuerdo la empresa, además de no abonar la totalidad de los sueldos, no da cumplimiento a la ley de prevención de riesgos laborales, omite a los delegados sindicales al no proporcionales información como los contratos o no les provén del uniforme necesario. Según explicó Manuel Madera, la primera excusa que les dieron sobre el atuendo es que no se les daba el de invierno al estar en Canarias "porque las camisas de manga corta son suficientes, pero con el verano esta ropa está deteriorada después de usarse todo el invierno y no nos han vuelto a dar nuevas prendas".
En febrero la Unión Sindical Obrera presentó una denuncia ante la inspección de trabajo en la que se concretó una reunión conjunta con un responsable de la empresa donde se acordó solucionar este problema. Sin embargo, "el talante de la empresa no es el idóneo porque aún no cumple lo esencial", explicó David Perdomo, delegado sindical. Tras el encuentro, el inspector de trabajo puso una fecha para arreglar los problemas pero sólo parcialmente. De hecho, a algunos trabajadores todavía no se les ha abonado la totalidad del dinero que reclaman desde enero.