Fotos: Sergio Betancort
Las fiestas en honor a Nuestra Señora del Rosario de El Mojón arrancaron en la noche de este jueves con la lectura de pregón a cargo de la vecina Sandra Tolosa Robayna, quien estuvo muy arropada por familiares, amigos y vecinos, que acudieron al salón social del Centro Sociocultural Guenia para escuchar las vivencias y anécdotas que con mucho desparpajo fue contando la pregonera durante su intervención.
Nacida y actualmente residente en El Mojón, Sandra Tolosa contó que tuvo una infancia muy feliz en el pueblo, donde todos hoy día siguen formando una gran familia. Precisamente, de su infancia relató cómo cuando llegó la edad escolar acudía al colegio en La Villa de Teguise en horario de mañana y tarde, ya que en El Mojón no existía escuela unitaria.
Para ello, según explicó, se tenía que trasladar en el transporte escolar que tenían que coger a la entrada del pueblo y recorrer un kilómetro de distancia hasta que un día los padres dijeron que no la guagua no les recogía en el interior del pueblo, no se bajaran de la misma cuando regresaban a clase. Y ante la negativa de los alumnos, el conductor les llevó de vuelta hasta la estación de guaguas pero, ante las propuestas de los padres, al día siguiente recogió a los alumnos en el corazón de El Mojón.
Recuerdos de las fiestas
La pregonera también contó que, por las fiestas, sus abuelos preparaban una comida especial con un sabroso puchero y que los olores perfumaban todo el pueblo. En el postre, narró que nunca faltaban las ricas torrijas muy tradicionales en las fiestas. Sin embargo, con respecto a los estrenos de vestidos y zapatos, expuso que no siempre se hacían realidad debido a la situación económica de la época, aunque como a su madre se le daba muy la costura siempre se las ingeniaba para poder hacerle algún traje. Lo de los zapatos, sin embargo, estaba más complicado
A Sandra Tolosa siempre le llamó la atención desde pequeña todo lo relacionado con la peluquería y cuando finalizó sus estudios primarios le dijo a sus padres que ella no iba a seguir estudiando porque quería ser peluquera. Así, se fue a Teguise y comenzó como aprendiz (barriendo pelos), hasta que poco a poco fue avanzando en la profesión, pero no contenta con lo que hacía allí se trasladó a Madrid, se matriculó en un academia y después de algunos años, cuando consiguió su diploma acreditativo, volvió a Lanzarote y se puso a trabajar por cuenta propia hasta el día de hoy.
La pregonera manifestó nunca ha querido dejar al pueblo que la vio nacer y que sigue siendo muy feliz al lado de la familia y vecinos. Cuando llegan las fiestas, dijo que las disfruta todo lo que puede, aunque ahora el tiempo libre y las dos hijas que tiene le ocupan mucho tiempo. Aun así, participa en lo que puede.
Recuperar valores en los jóvenes como el respeto y la educación
Si algo señaló echar en falta Sandra Tolosa y que le gustaría que se volviera a instaurar es el trabajar con los jóvenes, para recuperar los valores que ella siempre ha conservado y practicado, herencia de sus abuelos y padres, como es el respeto, la educación y el saber estar.
En la mesa presidencial, Sandra Tolosa estuvo acompañada por la concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Teguise, Olivia Duque, la cual en su intervención animó a los vecinos a disfrutar de unos días de convivencia con motivo de las fiestas. A continuación intervino Alberto Cabrera, presidente del Centro Sociocultural y joven implicado en sacar adelante junto a sus compañeros de la directiva los actos que con tanta ilusión han preparado en honor a Nuestra Señora del Rosario.
