El vicepresidente de Aetur, Victoriano Elvira, señala que la mayoría de los locales de la Isla, con superficie superior a los 100 metros cuadrados, quedarán perjudicados por las costosas obras que necesariamente tendrán que ejecutar

La Federación de Bares y Restaurantes de Lanzarote, en pie de guerra por la nueva Ley Anti-tabaco

Consideran que las extracciones de humos tampoco se conseguirán y que con la nueva normativa tan sólo se beneficia a los no fumadores y a los locales pequeños

25 de octubre de 2005 (20:13 CET)
La Federación de Bares y Restaurantes de Lanzarote, en pie de guerra por la nueva Ley Anti-tabaco
La Federación de Bares y Restaurantes de Lanzarote, en pie de guerra por la nueva Ley Anti-tabaco

La nueva normativa acerca del consumo de tabaco que el Gobierno central pretende poner en marcha a partir del año que viene, actual proyecto que establece la prohibición de fumar en cualquier sitio cerrado de uso público, como lugares de trabajo, bares, restaurantes, establecimientos educativos, tiendas y estaciones de transporte, parece estar causando verdaderos quebraderos de cabeza a los propietarios de bares, restaurantes y centros públicos.

El vicepresidente de la Federación de Empresarios Turísticos de Lanzarote (AETUR) y presidente de la Federación de Bares y Restaurantes de la isla de Lanzarote, Victoriano Elvira, ha manifestado como portavoz del sector el malestar existente entre los afiliados por esta nueva ley anti-tabaco con respecto a su consumo en el interior de este tipo de establecimientos, y que está a punto de entrar en vigor desde el próximo 1 de enero de 2006.

Una ley "sectaria"

"Esta ley nos tiene preocupados. Prueba de ello es la reunión que mantuvimos la semana pasada en la sede de Aetur con una parte importante de los empresarios, y la que estos días seguiremos manteniendo para informarles de la nueva normativa y de las novedades a las que se tendrán que adaptar sus locales", dijo Elvira.

El presidente de la Federación de Bares y Restaurantes de la Isla explicó, en declaraciones al programa Balcón al Mar de Radio Lanzarote, que esta es una ley "sectaria, y con la que se pretende conseguir el respeto por la persona no fumadora, pero que, en algunos, casos, yo diría que sí que falta el respeto al fumador".

El dirigente empresarial no entró a valorar la ley en sí, pero dejó claro que con la nueva normativa "no se han tenido en cuenta los inconvenientes que pueden causarse a los empresarios pequeños especialmente".

La nueva Ley dependerá del Ministerio de Sanidad, que en principio situará a diversos inspectores emplazados estratégicamente por si se hace necesaria la sanción. Además, obliga a determinadas empresas a habilitar dos espacios separados, uno para fumadores y otro para no fumadores.

La distinción de los 100 metros

"Es complicado, puesto que no se ha tenido en cuenta que los locales con más de 100 metros cuadrados de superficie tendrán necesariamente que modificar su espacio organizativo".

Estas obligadas obras para separar uno y otro área "reducirán en la mayoría de los casos la extensión de los propios locales, conllevará la instalación de salidas o extracciones para el humo, y muchas veces esa pretendida disociación entre unos y otros clientes no se logrará, ya que al no superar demasiado esos 100 metros cuadrados, en muchos establecimientos no habrá forma de que el humo no les llegue a los no fumadores".

Según las palabras de Victoriano Elvira, "casi todos los locales de la isla de Lanzarote andan entre los 80 y los 200 metros, por lo que hablamos de una cantidad importantísima" de establecimientos en los que por ley deberán ser habilitados según la nueva norma.

En cuanto a los bares y centros públicos cuya superficie no sobrepase esos citados 100 metros, en esos casos serán los propios propietarios quienes decidan si permiten el consumo de tabaco o no en el interior de los mismos.

No se han tenido en cuenta las posibles pérdidas

Durante la formalización de la ley, que todavía es un proyecto al que se le podrán sumar o no nuevas alegaciones, "al menos se ha conseguido que los empresarios de los locales de menos de 100 metros sean los que decidan. Eso sí, si permiten el consumo de tabaco, deberán hacerlo con unas determinadas indicaciones en cuanto a unas medidas, unos emplazamientos dentro del local, y unas cantidades muy concretas".

Por tanto, esta ley podría "beneficiar a los pequeños locales y a las personas no fumadoras, pero nunca a los grandes establecimientos", aseguró Elvira.

La Ley Antitabaco ha sido solicitada por diversos técnicos relacionados con la rama sanitaria de toda España, participando el propio Román Rodríguez, ex presidente del Gobierno de Canarias, uno de los que la han reivindicado en las Islas. Sin embargo, a juicio de Victoriano Elvira, "no se han tenido en cuenta las más que posibles pérdidas a las que ahora tendrá que enfrentarse el sector de bares y restaurantes".

Sanciones, y adaptación

Aunque en principio esperan que la nueva ley no suponga el cierre de ningún local, pues aseguran que tratarán de adaptarse cómo sea a la nueva norma,los empresarios de la hostelería de Lanzarote sí auguran claras pérdidas económicas.

Por otro lado, el sector ha solicitado un plazo de adaptación para que la ley no entre a funcionar con todas sus restricciones y sanciones a partir del día 1 de enero, pero por el momento Sanidad no se ha pronunciado al respecto.

Otras restricciones

Este período de adaptación sede además a que otra de las novedades para el colectivo de bares y restaurantes consistirá en la prohibición de entrada a los menores de edad, extremo que no han acogido tampoco nada bien los empresarios por la pérdida de clientes adultos que ello podría suponer, junto con el malestar por un nuevo panorama en el que los menores de 18 años quedarían excluidos de fiestas familiares y otras celebraciones como las bodas.

Además, Elvira consideró que las restricciones con respecto a la ubicación que a partir de 2006 deberán tener las máquinas expendedoras de tabaco también harán perder cierta cantidad de negocio al sector.

Al margen de los costes empresariales, el presidente de la Federación de bares y Restaurantes de Lanzarote confió en que entre los inconvenientes que esta adaptación conllevará para los bares no figure una exagerada pérdida de clientes. "Lo que sí espero es que los ciudadanos se comporten cívicamente y se respeten mutuamente, aunque me temo que en muchos casos el propietario del local se encontrará entre la espada y la pared", concluyó.

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