La Fundación César Manrique (FCM) inaugura este jueves la exposición "Leandro Perdomo. Escribir la vida", en la sede de Taro de Tahíche a las 20.30 horas. Con esta actividad, la FCM se une a los actos programados por otras instituciones insulares para conmemorar el 20º aniversario del fallecimiento del escritor lanzaroteño Leandro Perdomo. La exposición se clausurará el 20 de abril de 2014.
La muestra "Leandro Perdomo. Escribir la vida" está producida y organizada por la Fundación César Manrique, a partir de un proyecto expositivo diseñado por el director de la entidad, Fernando Gómez Aguilera, amplio conocedor de la obra de Perdomo. Gómez Aguilera y Perdomo mantuvieron encuentros semanales entre 1988 y 1993, con el propósito de reconstruir las claves y los hitos de su trayectoria literaria y periodística.
Según ha informado la FCM, la exposición se concibe como una escenografía a través de la cual se recrea "la singular personalidad del escritor, marcada por la originalidad, la bohemia y la marginalidad", así como algunos de los ambientes de los que se rodeó en Lanzarote, Gran Canaria y Bélgica. Está articulada en cuatro amplios periodos cronológicos que se corresponden con las principales etapas en la vida y la producción literaria y periodística de Leandro Perdomo: Arrecife (1921-1946), Las Palmas de Gran Canaria (1946-1957), Bruselas (1957-1968) y Teguise (1968-1993).
En la muestra se ambienta el escenario de la primera redacción de la revista Volcán, que fundó y dirigió Perdomo mientras estaba en Bélgica. Asimismo, se reproducen estancias de la casa donde vivió durante sus últimos años, en La Villa de Teguise, con mobiliario y cuadros originales, la mesa escritorio, ropas y enseres personales, así como centenares de documentos, fotografías, cartas, manuscritos, mecanoscritos, libros, crónicas o cuadernos de notas. Todos estos objetos acercarán al visitante a la persona y a la prosa de Leandro Perdomo.
"Una guía simbólica para Lanzarote"
En la exposición, también se documentan de forma detallada los periódicos dirigidos por Perdomo, es decir, Pronósticos (Arrecife-Las Palmas de Gran Canaria, 1946-1948) y Volcán (Bruselas, 1963-1968). Y es que Leandro Perdomo, a través de los centenares de crónicas que publicó en la prensa de las Islas desde la década de los 50 hasta su fallecimiento en 1993, reconstruyó "el rostro y la idiosincrasia tradicional de Lanzarote, sus costumbres, personalidad y caracteres humanos".
"Se mostró también como un atento notario de las transformaciones sociales, paisajísticas y morales que fue sufriendo la isla mientras su economía cambiaba las referencias de la agricultura y la pesca por el turismo y la construcción", ha destacado la Fundación. "Su severa observación del proceso, la crítica acerba de la especulación y el enriquecimiento desigual, el crecimiento desenfrenado del parque móvil acorralando al peatón, la pérdida del patrimonio arquitectónico, el desenfreno consumista, la banalización mediática o el abandono de valores humanistas" aparecen, según la FCM, "de forma continuada en sus testimonios escritos a partir de su regreso de Bélgica en 1968".
Para Gómez Aguilera, la obra de Leandro Perdomo es "la guía simbólica de Lanzarote de mayor enjundia, el archivo literario más rico y sistemático de la memoria insular contemporánea, donde encontrar dibujados con enérgica expresividad los rasgos de los paisajes y de la forma de ser lanzaroteña antes de las turbulencias que, en todos los órdenes y con diverso signo, provocó la industria turística causando su desaparición".
La exposición ofrece también, a través de fotografías históricas e imágenes cinematográficas, estampas contextuales de cómo era la isla y sus gentes entre 1940 y 1993, décadas en las que transcurre el quehacer periodístico y literario del autor. A través del proyecto "Leandro Perdomo. Escribir la vida", se pretende contribuir a recordar, rescatar y reivindicar la obra de un escritor cuyos libros son inaccesibles en la actualidad.
La asistencia a la inauguración de "Leandro Perdomo. Escribir la vida" está abierta al público y la entrada es libre durante los cuatro meses que permanecerá la exposición.