El cronista ficial de la Ciudad Histórica de Yaiza, Esteban Ramón Rodríguez Eugenio (1950 - 2023), falleció en la madrugada de este martes 3 de enero tras sufrir una larga enfermedad, cuando estaba a punto de cumplir el próximo 9 de enero 73 años de edad. En nombre del Ayuntamiento de Yaiza y de los vecinos y vecinas del municipio, el alcalde, Óscar Noda, hace público su pésame a familiares, amigos y allegados recordando que “Esteban Rodríguez era una fedatario público consagrado a su trabajo altruista, y él mismo ya formaba parte y seguirá formando parte de la historia contemporánea de Yaiza”.
El alcalde de Yaiza confirma que el velatorio está previsto a partir de este mismo martes en el salón de plenos municipal, en la Casa de la Cultura Benito Pérez Armas, y el sepelio será este miércoles, a las 11:00, en el cementerio de Yaiza. Antes habrá celebración de una misa en la Parroquia de Los Remedios de Yaiza. Las banderas de Yaiza ondean a media asta en señal de duelo y el Ayuntamiento decreta dos días de luto, martes y miércoles.
El Ayuntamiento de Yaiza nombró y entregó a Esteban Rodríguez Eugenio el título de Cronista Oficial de Yaiza el martes 4 de septiembre de 2018 en una emotiva ceremonia en la Casa de la Cultura Benito Pérez Armas con asistencia del presidente de la Junta de Cronistas de Canarias en Lanzarote, Francisco Hernández, representantes de instituciones públicas y vecinos y vecinas de Yaiza y la Isla de Lanzarote. Desde entonces Esteban Rodríguez fue el depositario de la crónica no reglada y fundamentada por derecho en la administración local, la fuente de consulta de propios y extraños sobre el acontecer municipal, el guía de los lugares de interés en Yaiza y en definitiva la voz de la historia actual de Yaiza, el eslabón entre el pasado y el futuro generacional, como lo expresaba el alcalde aquel día solemne.
Perfil de Esteban Rodríguez Eugenio
Nació en el pueblo de Yaiza y era el único varón del matrimonio formado por Esteban y Margarita, ambos naturales del municipio. Su padre trabajó de cocinero en los barcos y su madre, entre las ausencias del progenitor y las necesidades de la época, sacó adelante a sus hijos en su casa de la calle El Volcán, hoy denominada Cilla.
Hombre de talento sereno y ávido por conocer, comenzó su formación reglada en lo que se denominaba la Escuela Nacional. Más adelante cursó estudios de hostelería, por dos años, en la Escuela de Hostelería del Cabildo de Gran Canaria, obteniendo la calificación y certificación de notable, incorporándose de inmediato a trabajar en los Centros Turísticos dependientes del Cabildo de Lanzarote.
Inquieto, curioso y convencido de la necesidad de mejorar el idioma, se trasladó a Inglaterra a trabajar en un hotel rural compaginando trabajo y aprendizaje del inglés con los estudios en el prestigioso Politécnico de la localidad de Scarborough (North Yorkshire), en el que cursa tres años en la especialidad de Organización Hotelera. Su permanencia en el país se prolonga por las ofertas de trabajo en alguno de los grandes hoteles de Inglaterra, de manera que estuvo alrededor de doce años desempeñando las funciones de jefe del servicio de restauración.
Regresa por motivos familiares a Lanzarote en la década de los ochenta, volviendo a su anterior puesto de trabajo en los Centros Turísticos pero esta vez como supervisor, en un momento en el que de la mano de César Manrique se convirtieron en reclamo de fama mundial, pero ni el mucho tiempo dedicado a esta tarea, ni la amistad que mantuvo con el artista lanzaroteño, fueron óbice para que aceptara la invitación a entrar en la banca privada, dado su excelente nivel de inglés, por un corto espacio de tiempo.
A los dos años de prestar sus servicios en Playa Blanca, sale con una excedencia para iniciar la aventura empresarial y asumir la responsabilidad del restaurante La Choza en el Golfo, actividad que no terminó de satisfacerle, por lo que optó por abrir una oficina de asesoramiento y gestión para los extranjeros en Playa Blanca.
Esteban Ramón Rodríguez Eugenio era aficionado al fútbol, a las largas y silenciosas caminatas, devoraba todo libro que se ponía a su alcance y seguía viviendo en la calle trazada sobre la lava, en la casa familiar, donde escribía y recopilaba datos para sus publicaciones. En enero de 2020 presentó su libro ‘Sembradas a voleo’, publicación de relatos que recoge sorprendentes anécdotas y vivencias sureñas del siglo pasado, un libro promovido y editado por el Ayuntamiento de Yaiza. Esteban Rodríguez ejercía con pasión y dedicación su trabajo investigativo desde muy joven. Descanse en Paz.