Fotos: Sergio Betancort
El investigador, historiador y profesor vecino del pueblo de Tiagua, Juan Manuel Hernández Auta, fue el encargado este martes de inaugurar las fiestas en honor a Nuestra Señora del Socorro con la lectura de su pregón, que estuvo cargado de datos históricos, muchos de ellos desconocidos por los vecinos y amigos que se acercaron al Centro Sociocultural de Tiagua para escucharle.
Con solo la ayuda de unas diapositivas y ante la atónita mirada de los presentes, Juan Manuel fue relatando una serie de datos muy importantes relacionados con el desarrollo del pueblo, puntos de referencia que hoy en día han quedado en el olvido y que las nuevas generaciones desconocen como la toponimia, tan importante en la historia de un pueblo y que con la implantación de los rótulos en cada una de las calles ha ido quedando en el olvido.
El pregonero también citó a muchos hombres y mujeres que colaboraron para que sus vecinos tuvieran un mejor futuro. Y si de algo están orgullosos los vecinos de Tiagua es de su molino y de la ermita construida en el año 1612 bajo la advocación de Nuestra Señora del Socorro, la cual tiene un campanario del que colgaban anteriormente colgaban dos campanas. En la actualidad solo queda una, porque la otra se la llevaron para Teguise. También relató el pregonero cómo los feligreses de Tiagua iban a la celebración de la Santa Misa con las sillas de su casa para sentarse.
"El Asiento de la Virgen"
Tiagua sufrió la última erupción volcánica de 1824 y, como contó el pregonero, hay un lugar en el pueblo conocido como 'El Asiento de la Virgen'. Según los vecinos, fue este el lugar donde colocaron la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, para que no permitiera que el volcán avanzara y destruyera sus casas y terrenos. Muy importantes en Tiagua son también los yacimientos arqueológicos como la Cueva del Majo, Camino de La Peña, Buenavista, El Bebedero y Fiquinineo.
Otro de los datos citados por Hernández Auta fue el de Las Cruces de carga y descarga, lugar de paso utilizado por los vecinos cuando tenían que dar sepultura a sus difuntos, teniendo que trasladarse caminando con el féretro a hombros, en burro o camello. Al llegar junto a cada una de las cruces que se encontraban en el camino, hacían un descanso para luego continuar la marcha hasta Teguise.
Y si de algo tenía que hablar el pregonero sin lugar a dudas era del juego de la Pelota Mano, del que es un gran conocedor y en el que desde 1976 ha venido investigando, publicando en el año 1989 el libro denominado 'Un ancestral juego canario: Pelota Mano', libro que versa sobre este juego y sus reglamentos.
Un pregón en el que se impliquen todos los vecinos
Antes de finalizar, el pregonero animó a los vecinos presentes para que el próximo año el pregón no sea cosa un solo vecino, sino que todos se impliquen y que cada uno aporte sus experiencia, para que no se pierdan con el paso del tiempo y las generaciones futuras conozcan sus raíces.
Al termino del pregón, Juan Manuel Hernández Auta fue obsequiado con prolongados aplausos y la comisión de fiestas le hizo entrega de una placa conmemorativa.