Con la lectura del pregón a cargo del vecino Francisco Rijo Auta, dieron comienzo un año más las fiestas de Muñique, celebradas a sus patronos, Nuestra Señora de Fátima y San Isidro Labrador. Rijo pronunció su pregón este jueves a las 20.30 horas en el salón de actos del centro sociocultural Los Llanos y ante la presencia de familiares, amigos, vecinos y autoridades municipales.
Francisco Rijo iniciaba su pregón contando con la complicidad de su hija Vanessa, que ejerció de presentadora al mismo tiempo que fue entresacando el contenido que su padre quería compartir con todos los presentes. Este pregonero nació en Muñique en el año 1.941, está casado y es padre de tres hijos. A pesar de las dificultades de la época, Francisco Rijo fue un niño muy feliz correteando por los polvorientos caminos y llanos del pueblo, donde había una sola cantina, que era el centro de encuentro de los hombres del pueblo y a la que él no tenía acceso.
Aprendió a leer y a escribir ayudado por un hombre del pueblo que ejercía de maestro, pues era uno de los más cultivados de la localidad. También relató Francisco cómo eran las fiestas de su niñez y juventud, donde los vecinos se reunían y compartían lo poco que tenían. Por las noches, los mayores iban a disfrutar de los bailes de salón, también conocidos como ‘Bailes de Gobierno’, donde un mandador se encargaba de controlar a los hombres para que bailasen una pieza y al momento saliesen de la pista para que entrasen otros. Quienes no salían eras las mujeres, que danzaban sin parar.
El pregonero también tuvo muy presentes las famosas verbenas en la era de la señora Pilar, enramadas con palmeras y banderitas de papel. Recordó también una de las obras más importantes en Muñique, que fue la construcción de la iglesia realizada por los vecinos del pueblo. Estos se encargaron también de hacer varias colectas para así reunir el dinero y poder comprar las imágenes que hoy veneran y festejan. A pesar del poco tiempo que pudo dedicar a leer y escribir, Francisco Rijo tiene una gran habilidad para improvisar y memorizar historias, que se convierten en versos y romances a tener muy en cuenta. Una práctica, además, que está actualmente a punto de desaparecer.
Francisco Rijo dijo de Muñique que ha cambiado mucho, y para mejor, desde su infancia. Los vecinos tienen ahora viviendas dignas, cuentan con escuela, iglesia y un remozado centro sociocultural donde los vecinos se reúnen no solo por las fiestas, sino cualquier día del año. En lo que más insistió el pregonero fue en lo feliz que vivió su niñez en Muñique, pues a pesar de lo poco que tenía disfrutaba cada hora del día.
Una vez finalizado el pregón, la presidenta del centro Los LLanos de Muñique le entregó una escultura y a su hija Vanessa, un ramo de flores. El público pudo disfrutar después con los acordes musicales del Trío Malvasía, que con mucha solera interpretó canciones canarias y latinoamericanas. El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, así como la concejal de Cultura, Olivia Duque, y algunos ediles del grupo de Gobierno se dieron también cita en Muñique para arropar a este pregonero, Francisco Rijo Auta, un niño muy feliz.