Todas las miradas estaban puestas el sábado en la montaña de Teguise, junto a las Peñas del Chache, el punto más alto de la isla de Lanzarote. Los romeros habían llegado a honrar a la Virgen de Las Nieves. Algunos se acercaron caminando desde Teguise, otros desde Los Valles y los pueblos más cercanos y, la mayoría, en coche.
Llegaron sobre las 18.00 horas para poder participar en la Santa Misa, presidida por el párroco de Teguise, Alejando Santana, auxiliado por el seminarista Nicanor Bermúdez. Una vez finalizada la Santa Misa, todos los asistentes esperaban que la imagen de Nuestra Señora de Las Nieves saliera en procesión hasta la barbacana del santuario para recibir la ofrenda de productos no perecederos por parte de los romeros.
Los grupos folclóricos del municipio de Teguise también esperaban poder dedicarle a la Virgen canciones y bailes típicos. Sin embargo, este año no pudo ser. El fuerte viento soplaba en la montaña de Teguise e impidió que la imagen bajase hasta la barbacana. Así, sólo pudo salir hasta el pórtico del Santuario para evitar que la imagen sufriera desperfectos.
Lo que no impidió el fuerte viento es la celebración de la romería-ofrenda. Los romeros recibieron a la Virgen de Las Nieves con una calurosa salva de aplausos cuando llegó al pórtico del Santuario. Acto seguido, comenzaron a dejarle productos que había llevado desde sus casas y los depositaron junto a su trono.
No pudieron hacer lo mismo los grupos folclóricos de la Tercera Edad de Nuestra Señora de Guadalupe y Guagime, los cuales tuvieron que cantar y bailar desde la barbacana, desde donde recibieron los aplausos del público. Finalizada la romería-ofrenda la imagen de Nuestra Señora de Las Nieves volvió a su lugar habitual en el interior del Santuario, entre los aplausos y vítores de los romeros.
