¿Si Joaquín Hernández hubiera tenido el accidente de quad que le costó la vida en Gran Canaria y no en Lanzarote, su final hubiera sido distinto? "En absoluto". Ésa es la respuesta que este miércoles ha dado en Radio Lanzarote – Onda Cero el director médico del Hospital Molina Orosa, Alberto Marcos, que ha salido al paso de las críticas que está recibiendo este centro sanitario en los últimos meses y en particular en los últimos días, tras la muerte de este joven lanzaroteño.
Un amigo del fallecido inició en la noche del lunes una campaña en Internet, que en poco más de 24 horas ha conseguido ya más de 8.000 firmas, reclamando un hospital "digno" en Lanzarote, que "esté preparado para cualquier cosa y no tenga siempre que trasladar a los enfermos a otra isla". En su petición en Change.org, este joven cuestiona que Joaquín "presentaba una hemorragia interna en el hígado y lo único que pudieron hacer los médicos fue taponar con gasas y ponerle sangre, porque no había máquina hepática, ni un cirujano especializado" en el Molina Orosa. Según explicó a La Voz la hermana del fallecido, los médicos pretendían trasladarle a Gran Canaria, pero no lograron estabilizarle y terminó falleciendo en Lanzarote.
"Como comprenderán no puedo hablar de ningún caso particular, pero no solo soy director del hospital sino que soy intensivista, tengo la especialidad hecha en Gran Canaria, conozco el funcionamiento de todos los hospitales de Canarias, y les puedo garantizar que en este hospital se puede dar exactamente la misma asistencia que se puede dar en otro hospital de Canarias. Incluso no sólo de segundo nivel sino de tercer nivel", ha subrayado Alberto Marcos.
"Yo puedo entender que las redes sociales hacen de altavoz de los problemas que se pueden plantear, y en un momento de dolor todo el mundo puede pedir algo más, pero podemos garantizar que Lanzarote tiene una asistencia sanitaria para el hospital totalmente dimensionada, e incluso algo más de lo que nos tocaría por tamaño, por isla. Y les puedo garantizar que yo como usuario de la sanidad pública, no solamente como director médico, estoy totalmente tranquilo", ha insistido.
"La máquina hepática no existe como tal"
Respecto a uno de los temas que se plantea en esa campaña de recogida de firmas, la falta de una máquina hepática, el director médico del Molina Orosa asegura que se quedó "muy sorprendido" cuando lo leyó porque "no sabía a qué se estaban refiriendo". Según sostiene, "no existe esa máquina hepática como tal, con esas prestaciones que dicen que tiene". "Y en caso de que existiese, tampoco se podría decir que este hospital la necesita, porque no tendría ningún tipo de indicación en una asistencia urgente, ninguna".
Al respecto, Alberto Marcos afirma que "solamente podría estar indicada una cosa parecida a lo que pueden estar diciendo en las redes sociales en un caso de trasplante hepático", es decir "para otro tipo de asistencia que no tiene nada que ver con el tema que estamos hablando". Por eso, ha insistido en que "rotundamente no" hay una carencia de esa máquina. "Si la hubiese no necesitaríamos tenerla y en caso de tenerla tampoco necesitaríamos usarla en una patología similar", ha reiterado.
En cuanto a la otra carencia que se denuncia tras la muerte de Joaquín, la falta de un cirujano especializado en estos casos, el director médico del hospital no lo ha negado, pero le ha restado importancia. "Todo lo que sea tendente al salvamento de la vida y la estabilización, se puede hacer sin ningún problema sin un neurocirujano aquí", ha señalado.
Al respecto, ha asegurado que "el hospital tiene una dotación perfecta, absoluta" para prestar la primera atención a un paciente que ingresa "con un compromiso vital". Y es que según Alberto Marcos, "el protocolo de la asistencia de un paciente en estado grave está estipulado en todo el mundo con unas pautas de actuación escalonadas, y lo primero que hay que hacer es estabilizar al paciente y salvarle la vida. A partir de ahí, empezamos todo el trabajo secundario que se puede hacer en este hospital o no, pero lo importante es la estabilización inicial".
El traslado, "atención secundaria"
El director médico del hospital ha insistido en diferenciar esa primera atención para estabilizar a un paciente que ingresa en estado grave, con la posterior atención que en muchos casos sí requiere un traslado a otra isla, como según su familia habían planteado que debía hacerse con Joaquín.
Al respecto, Alberto Marcos ha agregado que "si el paciente necesitase secundariamente un traslado o cualquier otra cosa, se puede tomar otro tipo de medidas antes, como el traslado de los especialistas", pero ha insistido en que para atender "el momento inicial, no es necesario incrementar la plantilla".
Según el director médico, el hospital tiene "una dotación perfecta en este sentido, tanto material como humana". "Tenemos una plantilla muy bien dotada en este hospital, absolutamente todos los especialistas con formación acreditada. Y podemos garantizar que en ningún momento se queda descubierta la asistencia a ninguna hora de todos los días de cualquier momento del año".
Además, ha subrayado que el Molina Orosa "tiene un equipo intensivista fantástico, tiene un equipo de personal de urgencias en el que todos son especialistas fantásticos y perfectamente formados y los cirujanos tenemos un altísimo nivel".
Incluso, en medio de las críticas que está recibiendo el hospital en los últimos meses, y no sólo por este caso, Marcos ha insistido en que el centro tiene el personal suficiente y ha agregado que "en el último año ha aumentado la plantilla que teníamos en un porcentaje muy importante, porque se creía que podíamos mejorar lo que teníamos, a pesar de que ya estaba bien".
