Más de 180 pasajeros de Vueling que debían volar este sábado de Lanzarote a Zúrich sufrieron varias horas de retraso en el aeropuerto de Guacimeta. El motivo, según ha explicado una agencia lanzaroteña que había adquirido billetes para un grupo de 49 personas, es que el avión que envió la aerolínea era "demasiado pequeño" y no había espacio para todos los pasajeros. Según han trasladado otros viajeros a La Voz, éste no ha sido el único percance reciente de Vueling en Lanzarote, que desde el 1 de julio viene experimentando cancelaciones y retrasos en toda España. Este medio ha solicitado en varias ocasiones información a la compañía, pero ésta no la ha facilitado. Y tampoco ha querido facilitar datos Aena, que es quien gestiona los aeropuertos.
El incidente de este sábado comenzó como un mero retraso. Según ha trasladado el familiar de uno de los pasajeros a La Voz, al llegar al aeropuerto pudieron comprobar que la salida estaba programada con dos horas de demora. Así, este viajero decidió volver a casa y regresar a las 17 horas. En esa segunda ocasión, este pasajero facturó "otra vez" su equipaje y se dispuso a subir al avión. Y es que los pasajeros llegaron incluso a subirse a la guagua que debía llevarles por la pista hasta la aeronave. Sin embargo, tras más de media hora esperando dentro de la guagua, les comunicaron que "por orden del comandante no se podía embarcar".
Los viajeros fueron llevados entonces nuevamente a la terminal, relata este viajero, que afirma que en ningún momento les informaron de los motivos del retraso. Ya de regreso en el aeropuerto, les comunicaron las "opciones". Podían volar a Barcelona y embarcar "al día siguiente" a Zúrich o quedarse en tierra y que les devolvieran el importe del billete. Eran ya "cerca de las 9 de la noche", de modo que este pasajero optó por "rechazar ir" a Barcelona y adquirir un billete directo para el día siguiente, no sin antes esperar otras "dos horas" a que le devolvieran la maleta.
La Voz de Lanzarote ha logrado averiguar finalmente los motivos de esas horas de espera a través de la agencia de viajes La Molina, dado que 49 personas habían adquirido su viaje a Suiza a través de esta empresa. Por su parte, Vueling no ha facilitado a La Voz su versión de lo sucedido, a pesar de las reiteradas solicitudes de este medio. Tampoco lo ha hecho Aena, que al ser preguntada por las incidencias que la aerolínea experimenta desde el inicio de este mes, se ha remitido a la compañía.
Desviados a Barcelona, sin fecha de reubicación y sin equipaje
"No pusieron el avión que tenían que haber puesto, mandaron uno más pequeño y no cabía todo el mundo", explican desde la agencia de viajes La Molina. Ésta fue la explicación que señalan que les dieron desde Vueling. Concretamente, apunta la agencia, la aerolínea envió un Airbus con capacidad para 146 personas, pero los pasajeros que debía trasladar eran más de 180, pues había 136 viajeros además del grupo de 49 personas de La Molina.
Sus clientes viajaban acompañados de un guía, que fue quien propuso a la compañía una solución alternativa para que el grupo pudiera llegar a su destino. Este guía "sabía" que debía llegar a Guacimeta un vuelo que después pondría rumbo a la capital italiana, de modo que tras "hablarlo" con sus clientes, propuso a la compañía "la posibilidad de hacerlo vía Roma".
"Al resto, les ofrecieron ir a Barcelona sin equipaje", porque la aerolínea "no puede superar una cantidad de peso", explica una trabajadora de esta agencia de viajes. Según apunta, la compañía les ofreció la opción de volar hasta el aeropuerto de El Prat y de allí a Zúrich, aunque sin saber "cuándo les podían reubicar" para llegar hasta Suiza.
Retrasos y cancelaciones en toda España
Esta incidencia podría tener relación con los problemas que Vueling viene experimentando desde el pasado 1 de julio, coincidiendo con el inicio de la campaña de verano. El primer fin de semana de este mes, unos 8.000 pasajeros de la compañía sufrieron cancelaciones y otros 56.000 padecieron retrasos en sus viajes, según recoge el diario El Confidencial. La Voz de Lanzarote tiene constancia de al menos un retraso relevante en ese primer fin de semana. Se trataba de un vuelo que debía salir de Guacimeta a Barcelona el viernes 1 de julio a mediodía y que terminó despegando con más de 6 horas de retraso, según relató una de sus pasajeras.
Los problemas de la compañía se deben, al parecer, a una mala planificación de la temporada alta. A raíz de estas incidencias, Vueling ha tenido que alquilar aviones y contratar tripulaciones de urgencia, incluyendo pilotos, para poder asumir todas las operaciones que tenía programadas. De hecho, el propio Ministerio de Fomento obligó a la empresa a poner en marcha un plan de contingencia que supervisa la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.