De chinijo a zurrón: los términos canarios más originales

Con motivo del Día de Canarias y con la colaboración de nuestros lectores y lectoras hemos rescatado algunos términos utilizados en las islas

29 de mayo de 2024 (20:12 CET)
Actualizado el 29 de mayo de 2024 (20:12 CET)
Ofrenda floral a la Virgen de Los Dolores, 2023
Ofrenda floral a la Virgen de Los Dolores, 2023

Muchas son las expresiones que se esconden detrás del dialecto canario. Entre ellas, algunas que han perdurado a lo largo de la historia de las islas y otras que se han ido perdiendo. Una palabra de cariño, una llamada de atención e incluso un juego de cartas se convierte en algo diferente en Canarias. En las islas no decimos: "Estoy cansado", sino "estoy molido como un zurrón". 

Con motivo del Día de Canarias y con la colaboración de nuestros lectores y lectoras hemos rescatado algunos términos utilizados en las islas:

 

  • Acabante: Adjetivo. Recién terminado. o adverbio. No es bueno meterse en la playa acabante de comer.

 

  • Afilador: Instrumento para afilar lápices. Echedey, préstame el afilador que se me partió la punta.

 

  • Arretranco: Persona despreciable o trasto viejo e inutil que estorba. Tiene el salón lleno de arretrancos porque no tira nada. 

 

  • Babiecada: Acción o dicho tonto o simple. No sé cómo aguanta a esa hombre, que no dice más que babiecadas. 

 

  • Baifo: Cría de la cabra. ¡Se me fue el baifo!

 

  • Belingo: Fiesta, jorgoleria, jarana. De belingo. Lleva de belingo varios años y ahora se le ha metido en la cabeza estudiar.

 

  • Bregar: Competir en el deporte de la lucha canaria. En el torneo de Arrecife bregaron los mejores equipos conejeros.

 

  • Cachanchán/a: Trabajador inexperto y con frecuencia incompetente. El contratista mandó a tres cachanchanes que no sabían coger ni una pala. 

 

  • Callao: Piedra alisada y redondeada por el rodamiento producido por la fuerza del mar y un espacio cubierto de este tipo de piedras, especialmente cuando son grandes. ¡No hay nada como una buena playa de callaos!

 

  • Cancanear: Trepitar con cierto ruido, especialmente el motor que funciona defectuosamente. Tartamudear o chochear. No ves que ya está cancaneando

 

  • Chacho: Fórmula apelativa que se usa entre iguales, generalmente para llamar la atención o expresar sorpresa. Chacho, a ver si nos vemos y echamos un vasito vino.

 

  • Chocho: Planta de la familia de las leguminosas, de poco más de medio metro de alto, flores blancas y fruto en legumbre o vaina, que contiene cinco o seis granos redondos, chatos o muy alargados.

 

  • Chafalmeja: Persona de conducta informal e irresponsable. Yo no me fiaría de él, siempre ha sido un chafalmeja.

 

  • Chinijo: Un menor que es de muy corta edad o una cosa de tamaño muy pequeño. Por ejemplo, al Archipiélago Chinijo lo llaman así porque está compuesto por islas pequeñas. No, no, me tengo que ir ya que tengo que ir a buscar al chinijo al cole. 

 

  • Esmorecer: Extenuar como consecuencia de un esfuerzo físico. Después de estar todo el día cortando viña estoy esmorecida. 
    • Desfallecer, perder el aliento por exceso de llanto o de risa. Cuando se lo contó, se esmoreció de la risa. 

 

  • Fachento: Adjetivo. Vanidoso, jactancioso. Juan vino todo fachento porque había aprobado el examen de conducir. 

 

  • Fajarse: Meterse la camisa por dentro de los pantalones y ajustárselos. Dile a la chinija que se faje antes de salir.
    • O también liarse a golpes. Discutieron mucho rato, solo les faltó fajarse.

 

  • Gandul: Joven o adolescente físicamente muy desarrollado, pero de conducta indolente e informal. Chacho, no seas gandul y recoge la casa.

 

  • Godo: Despectivamente, español peninsular. Era un godo, decía que en Canarias estábamos aplatanados.

 

  • Macanazo: Golpe muy fuerte. Me levanté de la cama y me pegué un fuerte macanazo con la estantería. 

 

  • Magua: Pena, lástima, desconsuelo por la falta, pérdida o añoranza de algo, o por no haber hecho una cosa que hubiera redundado en beneficio propio. Les quedó magua de no haber ido, pero llevaban dos días malos del estómago.

 

  • Pejiguera: Insistencia molesta o persona pesada, molesta. Parece que no sabe hablar de otra cosa, es una pejiguera.

 

  • Pelete: Frío intenso. Llévate una rebequita, que por las noches en la Villa hace un pelete.

 

  • Rebenque: Persona torpe, que tarda en comprender. Es tan rebenque, que no se va a enterar aunque se lo expliques.

 

  • Remontar: Infundirle preocupación a una persona. Cada vez que vienen de visita, la remontan con sus problemas. 

 

  • Soco: Sitio o lugar resguardado de los vientos dominantes. Si no fuera por el soco no aguantaría el ventoral.

 

  • Tea: Madera resinosa y muy resistente que se extrae de los pinos canarios añosos. ¡Guárdame esa caja de tea, que lleva toda la vida en mi familia!

 

  • Tenderete: Diversión bulliciosa en que se come, se bebe, se charla y se canta. Hicimos un gran tenderete para celebrar que aprobó las oposiciones.

 

  • Tolete: Tonto, vanidoso, ridículo. Ella es lista como una tea, pero el amigo es un tolete.

 

  • Totufo: Abultamiento que se forma en la piel a consecuencia de un golpe u otra causa. El golpe fue tan fuerte que me salió un totufo. 
    • Persona tarda en comprender. La verdad es que es un totufo. 
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  • Vacilar: Divertirse, bromear. No te lo puedes tomar en serio, está todo el día vacilando.

 

  • Ventoral o Ventanero. Propio de Lanzarote y es un viento fuerte y prolongado. Con el ventoral que había, se le llenó la casa de tierra. 

 

  • Zurrón: Bolsa hecha con la piel del baifo o cabrito, usada para amasar el gofio. Además, se puede utilizar en algunos contextos como sinónimos de estar cansado o exhausto. Estoy más molido que un zurrón.

*Todas las definiciones han sido sacadas del Diccionario Canario de la Lengua. 

Expresiones canarias

 

  • ¡Arráyate un millo!: Rayar, anotar los tantos ganados en el juego de la baraja, que normalmente se cuenta con granos de millo. ¿Cómo nos vamos a perder, si siempre te olvidas de arrayar?

 

  • Mi niño: Se utiliza como vocativo en situaciones de familiaridad o confianza y en referencia a personas que ya no están en la niñez. 

 

  • ¡Fuerte solajero!: Expresión que se utiliza cuando hace mucho sol. ¡Fuerte solajero mi niño, ponte la sombrera!

 

  • ¡Ños, mi niño, cuánto tiempo!: Expresión que se utiliza cuando llevas mucho tiempo sin ver a alguien y te lo encuentras de casualidad. 

 

  • ¡Oh, qué fue mi niña!: Saludo habitual entre conocidos. 

 

  • El conejo me esriscó la perra: Frase con tono de lamento, que se emplea cuando surge un inconveniente o problema imprevisto. 

 

  • Estar o quedarse en la tea: Estar muy delgado por enfermedad, preocupaciones, excesivo trabajo u otras causas. Después de esa gripe mala se quedó en la tea. 

 

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