El Ayuntamiento de Yaiza llevó al pasado pleno de junio el expediente de solicitud del título de Ciudad Histórica para el municipio, el cual se tramitará ante la Consejería de Presidencia del Gobierno de Canarias, al objeto de que resuelva sobre este particular.
Según ha informado ahora el Consistorio, la demanda obedece "al deseo del alcalde, Óscar Noda, de contribuir a dignificar la memoria de los que les han precedido y a sensibilizar a las generaciones venideras sobre la historia del lugar"
"El contar con un título diferenciador aporta a Yaiza un reconocimiento a su identidad, a lo que se sumará al papel de promoción que se pretende llevar a cabo en el municipio, pero sobre todo servirá para generar un interés por su pasado y por la historia reciente, así como por los tesoros arqueológicos y las riquezas patrimoniales que alberga en su demarcación", ha señalado el primer edil.
Obispado de San Marcial de Rubicón
Así, a propuesta del alcalde se ha incoado el oportuno expediente para recuperar el título de 'Ciudad' y solicitar el de 'Histórica' para el mismo. Para ello, se parte de la existencia de la Bula Romanus Pontifex, dictada en Marsella el 7 de julio de 1404, por la que se creó el Obispado de San Marcial del Rubicón. "Erigimos el referido Castillo del Rubicón, supuesto que tiene proporción para ello, en ciudad, y la honramos con el nombre de tal, siendo nuestra voluntad que se llame perpetuamente Ciudad Rubicense", se decía en ella.
Desde el Ayuntamiento se explica que 32 años después el obispado fue trasladado Gran Canaria, "en base a los ataques reiterados de los piratas y a la pobreza de la isla, a la escasa población y a las exiguas cosechas. El traslado se hizo efectivo en 1483, pero en la bula correspondiente se señalaba lo siguiente: "Y que se nombre juntamente Iglesia Canariense Rubicense, para siempre y en todas las edades futuras".
En base a este argumento, Yaiza solicita el Título de 'Ciudad Histórica', por entender "que es de justicia por haber sido reconocido por la autoridad eclesiástica del momento, y por ser el escenario de las primeras llegadas de conquistadores y evangelizadores a Lanzarote y Canarias".