La consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote, Elena Solís, ha comparecido este miércoles ante el Pleno de la institución para dar cuenta de lo ocurrido durante la tramitación de la autorización del Rallye de Tierra “Isla de los Volcanes”, que estaba previsto que se celebrase entre los pasados días 28 y 30 de abril.
“El área de Medio Ambiente se limitó a cumplir la ley y los procedimientos administrativos”, ha defendido, insistiendo además en que desde la consejería que dirige “nunca se prohibió” la realización de la prueba pues, tal y como se tramitó, "no era su competencia".
Tal y como ha explicado, la tramitación del expediente la asumió la Consejería de Actividades Clasificadas que, el 7 de febrero -tres días después de que un representante del club Evesport pidiera autorización-, “solicitó informe sectorial al área de Medio Ambiente, así como también hizo días después a la Oficina del Plan Insular”.
“Según la ley de procedimiento administrativo, la consejería dispone del plazo de tres meses para informar. Por tanto, dado que la solicitud de autorización del rallye se presentó el 4 de febrero, mi consejería disponía de plazo legal suficiente hasta el día 4 de mayo”, ha señalado Solís, lamentando que el permiso para la realización de la prueba no se solicitara “con antelación suficiente”.
“Lo lamento profundamente por el mundo y la afición del automovilismo de la isla, que sé que es numerosa y mayormente responsable y consciente, pero tengo que decir que los organizadores han mentido pública y abiertamente en este punto”, ha añadido la consejera. Y es que, el área de Medio Ambiente les informó “en tiempo y forma, incluso del plazo legalmente previsto”.
“Nosotros no dimos falsas esperanzas”
A este respecto, la consejera de Medio Ambiente de la institución ha insistido en que, desde el propio mes de febrero, “a la organización se le dijo varias veces que era prácticamente imposible” que la prueba pudiera celebrarse en las fechas y zonas en la que estaba prevista, por ser época de nidificación de aves en peligro de extinción como así acabó concluyendo el Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Canarias, que emitió hasta dos informes contrarios a su celebración.
Tal y como ha expuesto Elena Solís, el primer informe llegó al área de Medio Ambiente el 20 de abril y, un día después, en una reunión, “ya se advirtió a los organizadores que iba a ser imposible autorizar el rallye vistas las determinantes conclusiones de ese informe”.
“Así de claros fuimos y no quisimos dejarle ningún lugar a la duda porque sabíamos el perjuicio económico que podría suponerle al organizador y en ningún momento queríamos eso. Por lo tanto, si aún así los organizadores decidieron seguir intentándolo, no fue porque nosotros le diéramos ninguna esperanza”, ha defendido Solís.
Sin embargo, desde el Cabildo señalan que a pesar de la advertencia, los organizadores decidieron entonces modificar los tramos que a su entender consideraban más dañinos para el medio ambiente y someterlo a un nuevo informe del Gobierno de Canarias. “Pero insisto, no les dimos falsas esperanzas, exponiendo claramente que la autorización del rallye no era posible por la grave afectación a la biodiversidad en seis de los ocho tramos tal y como recogía el primer informe de la Consejería de José Antonio Valbuena”, ha añadido la consejera de Medio Ambiente del Cabildo.
De hecho, como cabía de esperar, el segundo informe que emitió el Servicio de Biodiversidad del Ejecutivo regional, de fecha del 25 de abril, “no cambió en su esencia el criterio de incompatibilidad de la prueba”. Así, tras el mismo, el área de Medio Ambiente del Cabildo emitió una resolución en la que concluía que “ante la manifiesta probabilidad de afectar significativamente a los espacios que conforman la Red Natura 20000, el rallye debía someterse a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental”. “Visto el informe técnico del Gobierno de Canarias, no cabía otra respuesta”, ha señalado Elena Solís, insistiendo en que la misma se emitió “en tiempo y forma” y en que, por tanto, su consejería solo “se limitó a cumplir la ley y los procedimientos administrativos”.
Una respuesta “hipócrita” y “perversa”
Así, para la consejera de Medio Ambiente “no deja de resultar curioso que el escrupuloso respeto a las normas del juego haya supuesto un terremoto político en una isla que presume de ser Reserva de la Biosfera y referente en la protección del territorio gracias al legado de César Manrique”. “Si lo que esperan ustedes de mí es que me salte la legalidad y ponga en riesgo la biodiversidad de la isla, tengo que decirles que pueden esperar sentados”, ha añadido.
“La respuesta que le han dado al mundo del rallye es perversa e hipócrita, pues el Cabildo no se equivoca cuando cumple la ley y actúa bajo el principio de igualdad. Se equivocaba cuando se saltaba la legalidad para favorecer actividades que fomentar la cultura del destrozo del territorio y la pérdida de la biodiversidad”, ha continuado Elena Solís, que ha dejado claro que “aprobar las leyes para después incumplirlas es pura y dura corrupción”. “La misma corrupción que campaba por el Ayuntamiento de Yaiza y por el de Teguise y la misma corrupción que, por denunciarla, le costó a César Manrique su enfrentamiento con los caciques locales”, ha apuntado.
Para terminar, Solís ha desmentido las acusaciones lanzadas en su momento por CC y que también fueron uno de los motivos por los que fue increpada y amenazada en las redes sociales, viéndose obligada a interponer una denuncia en los Juzgados.
“Ninguna persona del grupo político Podemos amenazó con romper el pacto de gobierno si se otorgaba la autorización para al rallye. Al contrario, la intención siempre ha sido construir y trabajar de forma conjunta a pesar de las posibles diferencias políticas, todas legítimas y democráticas”, ha apuntado la consejera de Medio Ambiente de la primera corporación insular, solicitando a los grupos de la oposición que “no intenten cavar zanja entre este grupo de gobierno”.