"Son los primeros que se le vinieron". Ésa fue una de las explicaciones que dio este miércoles el ex alcalde de Yaiza, José Francisco Reyes, al retractarse de su confesión inicial y tener que justificar por qué dio nombres y apellidos de empresarios que supuestamente le habrían entregado dinero. Y es que al dar marcha atrás en su primera declaración, en la que admitió haber recibido dinero de varios empresarios, vinculado a la concesión de licencias ilegales, ése es uno de los interrogantes que quedan en el aire.
Sin embargo, esta explicación no fue la única. En una nueva declaración marcada por varias contradicciones, Reyes agregó que citó a esos empresarios y no a otros porque "tuvo la intención de decir nombres de personas que no fueran de Lanzarote para no tener que verlos todos los días".
Una segunda versión que después modificó de nuevo, añadiendo que nombró a esas personas no por venganza, pero sí por "diferencias" con alguna de ellas, y para salvar a su familia. Y es que según el ex alcalde de Yaiza, llegó al convencimiento de que si decía unos nombres, su mujer y sus hijos, que también fueron detenidos y están imputados por blanqueo de capitales, no irían a prisión.
"Presión y despespero"
Reyes intentó justificar este miércoles ante la jueza que en la segunda declaración que hizo tras su detención, sufrió "presión y desespero", y que lo que dijo admitiendo los sobornos e implicando a varios empresarios era falso. Respecto a ellos, afirmó que no supo el daño que les hizo, y "que no tienen culpa de nada".
En su nueva declaración señaló que cuando lo detuvieron, a finales de septiembre, "estaba con unas heridas de consideración, con posibilidad de coger una infección, escuchaba a su mujer toser y a su hija Beatriz llorar". Sin embargo, también reconoció que en ningún momento se le denegó la asistencia médica y que se le leyeron todos sus derechos.
Contradicciones
El ex regidor de Yaiza declaró que quería pedir disculpas a esas personas y a la jueza "por el tiempo que le ha hecho perder". Cuando se le preguntó si recibió visitas en la cárcel de abogados de otros imputados en la causa contestó que sí, que recibió "a varios letrados de otros imputados para hablar de esto". Sin embargo, inmediatamente lo negó en varias ocasiones y dijo que la pregunta no la había entendido bien.
A las preguntas de su nuevo abogado, Pablo Luna, Reyes reconoció que escribió una carta desde la cárcel en la que se retractaba de su declaración y se la dio a este letrado. Dijo que ningún letrado de otro imputado le pidió que cambiara su declaración y que él la modificó libremente.
No contesta
Reyes no quiso contestar a ninguna de las preguntas de la abogada de la acusación, que le formuló más de veinte cuestiones. No quiso explicar la procedencia del dinero ilícito que ha manejado, ni cómo ha contactado con su actual letrado, ni justificar el patrimonio de su familia, ni si conoce a los empresarios nombrados y a otros.
La jueza volvió a decretar su ingreso en prisión provisional. A Reyes se le imputan los delitos de blanqueo de capitales, cohecho, prevaricación, malversación de fondos públicos y tráfico de influencias. También continúan imputados en esta causa su mujer, tres de sus hijos, los empresarios Juan Francisco Riquelme, Ignacio Díaz de Aguilar, Joaquín Cañada, Marcelo Machín, Simeón Camacho y el abogado Felipe Fernández Camero.
ACN Press
