Tras dos meses de diálogo con la ciudadanía y los principales actores implicados, la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote concluirá durante los próximos días 25 y 26 de marzo "el proceso participativo que marcará una hoja de ruta clara para Famara".
“Ante el olvido al que venía siendo sometida la ciudadanía, ahora se le está dando la oportunidad de participar activamente en la gestión de los espacios”, destaca la consejera responsable del área, Elena Solís.
"Solís ha venido promoviendo el diálogo y la participación social a través de una iniciativa que arrancó el enero". “Ante la necesidad de buscar soluciones para gestionar un espacio de alto valor ecológico en el que conviven personas con distintas necesidades e intereses”, añade la consejrea.
Ahora, la Corporación apunta que la última fase del proceso "contará con diferentes mesas participativas, 9 en la primera sesión y 6 en la segunda, en las que se trabajará tanto por sectores como de manera colectiva". En las mismas, explican que habrá representación "tanto de la ciudadanía con la población local, asociaciones vecinales, ecologistas y de caravanistas, como de los agentes económicos implicados como hostelería, comercio, escuelas de surf y establecimientos alojativos". Asimismo, añaden que habrá "una mesa en la que participarán representantes políticos y técnicos de las instituciones públicas implicadas en la gestión de Famara".
Desde el Cabildo informan que el proceso participativo será llevado a cabo por el Grupo MUSE (Mediación urbana y sociología del espacio), y estará basado en la metodología EASW (European Awarennes Scenarios Workshop), que fue elaborada por la Comisión Europea a mediados de los años 90 y que se concreta "en dos sesiones de trabajo".
La primera sesión, según señalan desde el Cabildo, estará enfocada "a desarrollar visiones sobre cuál es la realidad existente en Famara y qué escenario se quiere alcanzar", mientras que la segunda se destinará "a generar iniciativas para alcanzar el escenario deseado, que se consensuará con anterioridad".
Conjugar el derecho al disfrute con la conservación
Con estos encuentros, promovidos por la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo y por la Reserva de la Biosfera, desde la Corporación señalan que se pretende "mejorar la gestión de usos y actividades, así como los efectos derivados de las mismas en un entorno frágil como es Famara".
“El proceso de diálogo pretende identificar soluciones realistas que permitan mantener la identidad tanto de Caleta de Famara como de la urbanización de Los Noruegos”, apunta la consejera de Medio Ambiente y Reserva de la Biosfera, Elena Solís, que afirma que el Cabildo también ha encargado ya "un estudio de diagnóstico de los impactos que hay en el espacio natural protegido de Famara".
Por otro lado, en cuanto a las preocupaciones que ciudadanos y usuarios han venido señalando en reuniones anteriores del proceso participativo, Solís explica que entre las mismas "se encuentran el estado de las carreteras, la necesidad de aumentar la vigilancia, la conservación del sistema dunar y del propio jable de Famara, la afluencia a las zonas de la playa, el aumento de los precios de la oferta alojativa, etc".
Al respecto, desde el Cabildo aseguran que uno de los elementos clave abordados en las mesas previas de diálogo "tuvo que ver con la necesidad de regulación". “La sociedad civil ha expresado su deseo de que se avance por una vía que permita conjugar el legítimo derecho al disfrute de los espacios naturales con la necesidad de conservarlos”, indica la consejera, que confía en que la implicación de los ciudadanos en la toma de decisiones se convierta en el proceder habitual del Cabildo.