La Consejería de Medio Ambiente ha abierto un expediente sancionador a la empresa por violar las normas de prevención contra el picudo rojo

Más de 50 palmeras incautadas en un hotel en construcción de Playa Blanca

"Que no le quepa la menor duda a la población de que vamos a actuar con toda la contundencia que podamos, aplicando las sanciones en los grados máximos que contempla la ley". Así de contundente se mostraba hoy el consejero de ...

23 de febrero de 2006 (14:09 CET)
Más de 50 palmeras incautadas en un hotel en construcción de Playa Blanca
Más de 50 palmeras incautadas en un hotel en construcción de Playa Blanca

"Que no le quepa la menor duda a la población de que vamos a actuar con toda la contundencia que podamos, aplicando las sanciones en los grados máximos que contempla la ley". Así de contundente se mostraba hoy el consejero de Política Territorial del Cabildo, Carlos Espino, tras conocerse la infracción cometida por una empresa de Playa Blanca, concretamente un hotel en construcción, que ha importado 51 palmeras a la isla dentro de un contenedor de mobilario, pese a la prohibición que rige actualmente, para evitar que se extienda la amenaza del picudo rojo que ya ha afectado gravemente a las palmeras de otras islas del archipiélago.

Esta noticia ha coincidido con una reunión que el propio Carlos Espino mantenía esta mañana en el Ayuntamiento de Haría con los artesanos del palmito, especialmente afectados por las actuales medidas de seguridad que se han tenido que imponer, como la prohibición de la tala de palmeras.

"Nosotros somos los siguientes en la lista", ha afirmado Espino. Y es que después de que los palmerales de Fuerteventura y Gran Canaria se hayan visto fuertemente afectadas por el picudo rojo, el consejero ha insistido en extremar la precaución para no correr riesgos innecesarios. Sin embargo, estas medidas afectan a un colectivo que lleva más de 50 años dedicándose a la artesanía y cuya materia prima es la palmera.

"Ahora mismo tenemos material para un par de meses, pero después no sé qué vamos a hacer", explicaba Esther Romero, artesana de Haría. "Vamos a quedarnos parados, de brazos cruzados". Por ello, los artesanos han propuesto al Cabildo en este encuentro la posibilidad de habilitar una zona de palmeral para que se pueda llevar a cabo una tala restringida y controlada, de forma que se puedan abastecer de materia prima para su trabajo.

Tras varias consideraciones en las que ha insistido en el riesgo que corren las palmeras lanzaroteñas, Carlos Espino ha afirmado: "Tendremos en cuenta todas las sugerencias, sin embargo no podemos asegurar a los artesanos que lo que piden vaya a realizarse en Haría ni que vaya a hacerse con inmediatez "

Espino ha señalado además el carácter preventivo y cautelar de estas medidas, que hasta ahora no son definitivas, al menos hasta que no se recoja toda la información referente al picudo rojo. "Tenemos que evitar que ocurra lo mismo que en Fuerteventura, donde se han tenido que talar 80 palmeras en uno de los focos donde la plaga ha actuado con más fuerza", ha explicado el concejal.

El encuentro ha concluido con el acuerdo de reunirse de nuevo dentro de quince días. "Una de las soluciones más factibles es conseguir subvenciones para estos artesanos, de forma que no se vean perjudicados económicamente por estas medidas", ha precisado el alcalde de Haría.

Campaña de información

El Cabildo de Lanzarote ha puesto en marcha una campaña para que todos los lanzaroteños asuman las medidas impuestas. A partir de mañana se repartirán cuatro mil folletos explicativos, sobre todo en las áreas con más palmerales. "No nos queda más remedio que actuar así, para evitar riesgos y sucesos como el de esta mañana, que se han incautado en Playa Blanca varios contenedores con palmeras taladas", explicaba Carlos Espino.

La prohibición de tala de palmeras se debe a que cualquier corte que se realice a estas plantas puede debilitarlas, de forma que al picudo rojo le resultaría más fácil atacarlas. Además, la savia actúa como reclamo del insecto.

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