Los sindicatos de la prisión de Tahíche han denunciado las "graves carencias" que sufre este centro penitenciario y han afirmado que los funcionarios se ven incapaces de responder a las necesidades de los más de 500 internos que permanecen en esta cárcel. Estas críticas las lanzan el mismo día que la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, llega a Lanzarote para inaugurar la nueva fase del centro penitenciario. Además, los funcionarios han aprovechado esta visita para concentrarse a las puertas de la prisión exigiendo la dimisión de Gallizo.
Tanto funcionarios como sindicatos han mostrado su "descontento" por la gestión realizada por Gallizo. Así, FSP- UGT, USO- ACAIP y CSIF han evidenciado las "graves deficiencias, carencias y situaciones injustas" que se producen en esta cárcel.
Según explican los sindicatos a través de un comunicado, el origen de la mayoría de los problemas en la cárcel de Tahíche ha sido "la lamentable gestión que se dio en su momento para hacer frente a la constante sobreocupación que padecía el centro". A los internos isleños se les tenía que trasladar a otras prisiones, "desvinculándolos de su entorno y ámbito familiar", han denunciado.
Los sindicatos recuerdan que la solución a la sobreocupación de Tahíche ideada por Instituciones Penitenciarias fue realizar "unas obras de ampliación y reforma que, a la larga, han servido para conocer lo inadecuada y poco efectiva de esta decisión". "Las obras se realizaron en dos fases, la primera de las cuales contemplaba en su proyecto inicial la construcción de dos módulos residenciales, y no de cuatro, como al final se llevó a cabo de manera improvisada, a la vista de la escasa capacidad que iba a albergar el centro", aseguran las secciones sindicales FSP- UGT, USO- ACAIP y CSIF.
En este sentido, los sindicatos han asegurado que las obras supusieron que los módulos no residenciales, como el de ingresos, aislamiento, comunicaciones, centro sociocultural y, muy especialmente, enfermería, no puedan responder a las necesidades de los más de 500 internos, que podrían ocupar esta cárcel. Y es que, el problema es que estos módulos no se ampliaron en consonancia con el resto de la prisión.
Un prisión "a medio terminar"
Así, han afirmado que durante estos dos últimos años, desde que está terminada la primera fase, tanto internos como el personal del centro penitenciario han tenido que padecer "las graves carencias que conlleva vivir y trabajar en una prisión que está a medio terminar, no pudiendo contar con varios departamentos, como el centro sociocultural y el polideportivo, cuya existencia es de vital importancia para la formación y el desarrollo personal de los internos, base de la reinserción social".
"No podemos hacer uso de los tres ascensores instalados en los departamentos de enfermería, comunicaciones y oficinas exteriores, al estar inoperativos hasta la finalización de la segunda fase. Durante este período también se han producido innumerables averías y fallos estructurales, como humedades, mal funcionamiento de las líneas telefónicas y apagones de corriente que bloqueaban el acceso mecánico a los módulos, a pesar de tratarse de unas instalaciones recién estrenadas", han denunciado los sindicatos ante la visita de Mercedes Gallizo.
Cubrir las necesidades
Todas estas carencias que, según los sindicatos, existen en la prisión de Tahíche, no sólo afectan a las infraestructuras sino también al ámbito del personal, tanto funcionario como laboral, que figura en plantilla. "Actualmente disponemos de una relación de puestos de trabajo que se antoja insuficiente para cubrir las necesidades que requiere el normal funcionamiento de un establecimiento de estas características", han asegurado las secciones sindicales FSP- UGT, USO- ACAIP y CSIF.
Por último, han querido subrayar que el colectivo de prisiones es consciente de la situación de crisis económica que atraviesa el país, "asumiendo de forma solidaria los recortes presupuestarios que afectan a esta administración". No obstante, no entienden por qué Mercedes Gallizo viene este lunes a inaugurar por tercera vez el Centro Penitenciario "con el consiguiente gasto en dietas de personal y transporte". En este sentido, los sindicatos han asegurado que esta función podría haberla llevado a cabo la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, cuyo viaje saldría más barato.
