Lanzaderas y buggies para llegar a la playa, entre las opciones propuestas para evitar el “colapso de Famara”

El Cabildo ha terminado la primera fase del proceso participativo sobre el futuro de la localidad, con la conclusión de que urge regular el tráfico, sin descartar cerrar la carretera. “Estamos matando un sistema dunar único en Europa”, advierte Solís

31 de marzo de 2022 (06:01 CET)
Reunión Elena Solís con vecinos de Famara
Reunión Elena Solís con vecinos de Famara

La consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Lanzarote, Elena Solís, ha terminado la primera fase del proceso participativo abierto para abordar el futuro de Famara, que ha dejado varias propuestas sobre la mesa y una idea clara: la localidad necesita “ciertos instrumentos para no llegar al colapso total, y uno de ellos es regular el tráfico”.

Según ha explicado la consejera, uno de los puntos que se pusieron sobre la mesa fue la necesidad de cerrar la carretera que transcurre junto a la playa, e incluso se planteó la alternativa de habilitar guaguas lanzaderas para llegar hasta allí; o coches especiales, como buggies, para poder transportar las tablas de los surfistas y para que “puedan seguir yendo a donde esté la ola”. 

Además, también se abordó la propuesta que se viene planteando desde hace años, de construir uno o dos aparcamientos, para que los vehículos particulares no entren hasta la playa. Sin embargo, esta opción tampoco sería sencilla. “No parece que haya suelo público disponible en Caleta”, ha explicado la consejera en Radio Lanzarote-Onda Cero, precisando que ese aparcamiento tendría que ir “a las afueras, para estar fuera del núcleo” de población. 

Precisamente por eso se planteó también esa opción de habilitar transportes públicos alternativos para llegar hasta la playa, especialmente en el caso de los surfistas y las escuelas de surf, que deben acceder hasta allí con sus equipos. No obstante, Solís insiste en que por ahora solo es una idea en estudio.

 

"Buscar otra forma de llegar a Caleta de Famara y a Los Noruegos"

“No hablamos de diseño porque la idea de los talleres era decir qué escenario futuro queremos, qué escenario no queremos y ver si seguimos así qué va a ocurrir”, ha explicado, subrayando que aún no hay una decisión sobre cuál será el modelo.

Ahora, todas esas ideas planteadas en las reuniones, en las que han participado los vecinos y distintos sectores afectados, serán estudiadas por el Cabildo, junto con el Ayuntamiento de Teguise, el Gobierno de Canarias y la Dirección de Costas, que tiene las competencias sobre la carretera que une La Caleta y la zona de Los Noruegos y sobre la zona de El Rincón, afectadas por el dominio marítimo-terrestre.

Respecto a esa carretera, la consejera no descarta el cierre. “Está constantemente moviéndose la arena y consideramos que ya basta de intentar luchar contra el sistema. Y una de las posibilidades sería, que no quiere decir que sea la idea final, dejar que la arena un poco acabara con la pista central y buscar otra forma de llegar a Caleta de Famara y a Los Noruegos”, ha adelantado.

Esta opción viene siendo reclamada desde hace años por colectivos ecologistas, que alertan del deterioro que está sufriendo este espacio, aunque no está libre de controversia. De momento, Solís afirma que ha encargado un estudio de carga, y una agencia de urbanismo y arquitectura elaborará un informe planteando “cuáles podrían ser las soluciones”. “Pero lo que está claro es que tenemos que tener un párking a las afueras de uno de los núcleos poblacionales o de los dos”, ha añadido.

Aún así, a continuación también ha matizado que incluso eso “está por ver”, ya que además de la falta de suelo público, tendrán que analizar “todos los parámetros jurídicos” y conseguir la financiación. “Yo confío en encontrar fondos”, ha agregado.

 

“Estamos matando un sistema dunar único en Europa”

En cuanto a la primera fase del proceso participativo que acaba de concluir, Solís ha explicado que para llevarlo a cabo contrataron a una empresa especializada, que les entregará los resultados definitivos el próximo 15 de abril, y a partir de ahí empezarán a abordar las soluciones.

“Mi objetivo principal era pedirle a la ciudadanía que comentara qué es lo que quieren para regular ese espacio y ayudar a proteger lo que tenemos en Famara, que es un sitio singular porque evidentemente aparte de la playa, es una zona con altos valores a nivel de flora y de especies protegidas, como aves y demás”, ha recordado la consejera.

“Tenemos que recordar que tenemos un sistema dunar que es único en Europa, un sistema que además lo estamos matando. Es importante que ese sistema dunar siga, porque entre otros temas va a abastecer de arena de la costa este de Lanzarote”, ha advertido.

 

Propuesta de crear un Consejo de Famara con los vecinos

Además, en esas reuniones también se terminaron abordando otros asuntos, como los problemas de alcantarillado de la zona de Los Noruegos y “la poca regulación de la vivienda vacacional”. En opinión de la consejera, han sido reuniones marcadas por la “buena armonía” entre los participantes y, en particular, entre los vecinos de los dos núcleos poblaciones.

De hecho, la intención es que ahora esos vecinos se organicen en una plataforma o “en algo más permanente, como puede ser un Consejo de Famara”. “Les he propuesto que dentro de la Reserva de la Biosfera existen lo que son los Consejos Locales, que no están constituidos en Lanzarote”, ha explicado, señalando que también podría hacerse en La Graciosa y en otras zonas.

En esta primera ronda participativa también se puso sobre la mesa la necesidad de aumentar la concienciación. “La flora no solamente está apisonada por los coches, a veces por falta de conocimiento se arranca para hacer hogueras”, ha señalado, explicando que “una parte importante” va a estar en esa labor de concienciar sobre los valores naturales de Famara, “además mantener la identidad de Caleta, porque está muy difuminada”. 

Para eso, también salieron varias propuestas: “La gente de ahí se siente de alguna manera cada vez más acorralada del turismo y visitantes, que por supuesto tienen cabida, pero sentían que tenían que valorar un poco el punto de vista del patrimonio intangible, de la identidad de Famara, y se propuso por ejemplo un centro de interpretación del jable, de la pesca tradicional, porque Famara era originalmente un pueblo de pesca tradicional, y de interpretación del agua, poniendo en valor las primeras galerías y sistemas de agua públicos que había en el Risco”.

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