Andrés Barreto, concejal de Alternativa Ciudadana 25 de Mayo (AC-25M) en el Ayuntamiento de Arrecife comentó en el programa Buenos Días Lanzarote de la emisora decana de la Isla la situación de incertidumbre que se está viviendo en los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) de Lanzarote ante el preaviso de huelga de los empleados que adelantó LA VOZ en su edición de ayer.
Barreto es miembro del Comité de empresa y explicó que "los trabajadores de los Centros Turísticos" han planteado cinco asuntos a la gerencia de los mismos en lo que se refiere a la negociación del nuevo convenio colectivo, ya que el anterior caducó en el año 2003.
Postura bastante "agresiva"
Según el concejal de Alternativa, al comenzar las negociaciones "hubo una postura bastante agresiva de la EPEL", entre cuyas propuestas la más intolerable hacía referencia a un intento de privatización de los Centros a través de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), lo que bajo ningún concepto fue aceptado por los trabajadores.
Para tratar de dar una solución al conflicto, "se habló con la presidenta en funciones del Cabildo, Loli Luzardo, y se planteó en el último Consejo de Administración que dábamos 72 horas a la Comisión negociadora 72 horas para buscar una solución definitiva", según Barreto.
Incluso, "los trabajadores cedieron terreno y rebajaron su pretensión de la bolsa de vacaciones a un 50 por ciento menos de los que se solicitaba", explicó Barreto, añadiendo que "el lunes tuvimos una reunión en la que se presentó un documento"por parte de los responsables del Cabildo "donde prácticamente había acuerdo en las cosas que se habían solicitado".
Horas extras y cambios de horarios
Pero el acuerdo tenía un revés. Una de las clausulas del escrito pretendía que los empleados se comprometieran por escrito a hacer horas extras y realizar cambios de horarioscuando fuera necesario, a lo que los trabajadores se negaron "porque no podemos firmar una renuncia a los derechos esenciales de los trabajadores".
Aunque sí aceptaron los trabajadores a aceptar seguir haciendo horas extras cuando fuera estrictamente necesario, "tal y como se ha venido haciendo hasta ahora", sobre todo en las bodas y demás eventos especiales, "porque a los propios empleados les interesa que los Centros funcionen bien".
Ahora bien, a lo que sí se han negado es a aceptar la obligatoriedad de echar horas demás, ante el temor de que la empresa pueda abusar arbitrariamente del compromiso por escrito.