La consejera de Medio Ambiente, Elena Solís, ha presentado este lunes una denuncia en el juzgado de guardia para poner en conocimiento de las autoridades las “decenas de injurias” y “amenazas graves” que asegura haber recibido durante este fin de semana a través de las redes sociales.
“La lluvia de insultos, amenazas y descalificaciones que han vertido sobre mi persona no son casuales, forman parte de una campaña de señalamiento y desprestigio claramente orquestada. Esta campaña también ha sido denunciada por si pudiera resultar un delito de incitación al odio”, explica la consejera.
“Se trata de una campaña claramente manipulada por la que se me ha querido señalar a mí como única responsable de la no autorización del rallye de tierra ‘Islas de los Volcanes’ con argumentos falsos, medias verdades y omisión de información clave para entender los sucesos que hicieron totalmente imposible autorizar dicha prueba”, añade Solís.
La consejera se ve “obligada a aclarar” ciertos aspectos importantes
Elena Solís también ha señalado que se ve “obligada a aclarar” lo que a su juicio son “ciertos aspectos importantes” de lo sucedido con el Rallye:
“Medio Ambiente no fue el único área del Cabildo insular en dictar informe negativo sobre la prueba automovilística. También lo hizo por dos veces la oficina del Plan Insular de Ordenación Territorial, dependiente del área de Política Territorial que gestiona directamente la Presidencia del Cabildo”, explica Solís, que apuntan que el primero de estos informes fue incluido “el 23 de febrero”, mientras que el segundo “fue solicitado por presidencia el día 27 de abril e incluido el mismo día 28”.
Solís asegura que no existió en ningún momento una “amenaza con romper el pacto” de Podemos al PSOE. “Tal y como asegura un audio de WhatsApp que circuló por diferentes grupos y al que Coalición Canaria dio credibilidad difundiendo esa información en una nota de prensa. Eso es directamente un bulo y una difamación hacia mis compañeros y compañeras de Podemos, que se han visto señalados e insultados por algo que nunca hicieron”, añade la consejera.
“El rallye no fue cancelado por el Cabildo, pues no se puede cancelar lo que nunca tuvo autorización. Los organizadores conocieron el contenido del primer informe del Gobierno de Canarias el mismo día que entró ese documento al área de Medio Ambiente, el día 21 de abril, en una reunión en la que fuimos muy claros sobre la imposibilidad de celebrarse la prueba tal y como estaba planteada, ya que presentaba problemas en 6 de los 8 tramos. Si alguien dio falsas esperanzas a los promotores del evento, no fui yo ni nadie de mi equipo”, prosigue explicando Solís.
Solís asegura “cumplir estrictamente las leyes” de protección del medio ambiente
“Dicho todo esto, lamento profundamente que el legítimo debate político y el muy democrático disenso de opiniones haya derivado en una caza de brujas y un apaleamiento verbal hacia mi persona. Estas actitudes no deberían tener cabida en una sociedad plural, civilizada y avanzada como es la sociedad en la que tenemos la suerte de convivir”, apunta Solís.
La consejera añade además que el paso del activismo hacia la primera línea de la política institucional “es un paso natural y coherente, pues la organizaciones sociales, los colectivos y las asociaciones constituyen una pata fundamental de la vida pública y son el motor que empuja las políticas valientes que hacen avanzar esta isla”.
“Ese paso lo di para intentar hacer lo correcto en cada momento, cumplir estrictamente las leyes y procedimientos que tienen como objeto la protección del medio natural, el territorio y la biodiversidad. La gestión medioambiental de la isla es una tarea pendiente y una deficiencia histórica que ha venido denunciando de forma sistemática la sociedad civil organizada de Lanzarote, desde la inolvidable manifestación del 27 de septiembre de 2002 liderada por el Foro Lanzarote hasta la última marcha contra el cambio climático que protagonizaron los jóvenes de la isla”, añade.
“En la defensa de la única casa que tenemos hay que tomar decisiones impopulares, pero las costumbres y los hábitos deben adaptarse a la supervivencia de todos los seres que habitamos Lanzarote y todo el planeta. Las tensiones y resistencia que pueden generar estos cambios tan drásticos deben gestionarse desde la empatía, los cuidados y la pedagogía, nunca con el insulto y el amedrentamiento”, justifica Solís.
Por otro lado, la consejera de Medio Ambiente señala que por suerte, las muestras de “apoyo y cariño” que han recibido estos días “son más poderosas que la sinrazón y la barbarie de esa minoría ruidosa”.
“Gracias a todos y todas por el aliento y el empuje. Seguimos adelante, por Lanzarote, su futuro y toda la vida que acoge”, concluye Solís.